El 6 de julio de todos los años celebramos a los Maestros, esos guerreros buscadores que se la pasan encontrando maneras de transmitir lo que saben a sus alumnos.
En el Perú el 6 de julio de 1822, el libertador Don José de San Martín fundó la Escuela Normal de varones y fue el Presidente Manuel Odría que en 1953 institucionalizó el Día del Maestro.
Pero un maestro es más que eso, es un ser con emociones que trae de casa, con pensamientos propios, puntos de vista del mundo y tiene la capacidad de envolverte allí adentro.
El maestro no solo enseña una materia sino que tiene la enorme capacidad de influir en la forma de pensar de los alumnos, potenciar sus talentos, ayudarlo a desarrollar sus capacidades y ser punta de lanza del cambio que el mundo necesita.
En el Perú, la vocación se pone a prueba en los diferentes pisos altitudinales, con las escuelas alejadas y con maestros que van a pie a veces 2 horas para poder dictar clase, que no tienen una computadora pero que con tizas en una pizarra vieja lo dan todo por sus alumnos, donde la creatividad es la dueña del aula.
Gracias Maestros, por estar, por ser y por dar tanto; pronto la virtualidad terminará y los abrazos volverán para celebrar su día.
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Foto #2 (https://blogs.upn.edu.pe/estudios-generales/2016/02/09/por-que-el-peru-necesita-buenos-docentes/)
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