martes, mayo 23, 2023

Deuda emocional

Varios años de mi vida tuve este tema sobre el tapete y lo pude observar con imparcialidad cuando trabajaba en mi duelo de pareja.
La deuda emocional se genera cuando tienes la impresión de haber hecho sacrificios por tu pareja (en realidad, cualquier vínculo afectivo) y esa persona no los valora y te lo debe.


Yo dejé de trabajar fuera de casa varios años, pero les digo a mis hijos que fue mi decisión, que su crianza era mi prioridad y cuando me ven "sudando la gota gorda" por abrirme camino a los casi 50 años en el mundo laboral, yo les digo lo mismo, nadie me quita haberlos disfrutado en cada paso, ese era uno de mis grandes sueños.

Sin embargo, en temas de afectos se complica, cuando decidimos modificar lo que nos gusta, nuestra forma de comunicar y de funcionar en general por calzar en el mundo del otro.

Señoras y señores, cada persona decide qué hacer o no con su vida, si yo decido por ejemplo: tolerar que me hagan la ley del hielo y no busco solucionar, si bien, ese tipo de maltrato psicológico es uno de los más retorcidos, yo debo hacerme responsable de mi permanencia con esa persona y hasta qué punto creo que sea sana la situación. No es viable decir: yo que aguanté tu maltrato por años y ahora me dices que no me amas... de nos ser por mi, serías un..., Siempre o Nunca hiciste tal cosa, deberías agradecerme que te soporté tantos años... y etc.

Tu soportas porque quieres, tu aguantas porque quieres y te quedas porque probablemente el miedo a la no suficiencia o la soledad es demasiado grande para tomar una decisión tan importante. 


Hasta ahora no tengo ningún cliente en consulta que me diga: mis papás se llevaban terrible pero yo era feliz de que estaban juntos odiándose.

A nuestros hijos les damos lo que es su derecho: estudios, comida y afecto... si me paso la vida sacando en cara que vivo a mil con el estrés para pagarte el colegio carísimo que encima yo lo he elegido, es echarle la culpa por mi capricho. No digo que no hay que exigir que sean responsables, pero que lo sean porque ser responsable te hace una mejor persona no porque su colegio es caro y decirle cosas como "por tu culpa vivo endeudado y tu me pagas con malas notas". 

Tu decides en qué inviertes tu dinero, tu tiempo y tu vida, deja de culpar afuera y hazte responsable de tus decisiones... si no te gusta el resultado, cambia la estrategia. Recuerda: tu no puedes cambiar a nadie.

El índice de suicidios en adolescentes es alto y los mueve la culpa, el sentido de no suficiencia y creer que son una carga para sus padres, algunos se culpan de los problemas de pareja diciendo: "si yo no hubiera nacido, ellos no tendrían que estar juntos y serían más felices"; "Si yo fuera buen alumno, mis padres no pelearían todo el tiempo".  Esto ocurre con demasiada frecuencia.

Cuidado con lo que decimos, TODO se guarda en el cerebro y sale a veces en el peor momento. A tomar conciencia y ser más responsables con nuestras decisiones.


martes, mayo 02, 2023

¿Dificultades afectivas o formas de amar distintas?

Revisando información en internet llegué a un término que me pareció interesante compartir.


Todos conocemos a alguien que lo tildamos de antisocial o poco afectivo y quizá nos estaríamos encontrando con alguien neurodivergente, suena a término raro pero es revelador cuando lo entendemos.

Una persona neurodivergente es alguien cuyo cerebro procesa la información y aprende de manera distinta a la tradicional, por lo tanto podríamos inducir que tiene una forma diferente de percibir lo que le rodea.

Esta es una característica muy común en personas con condiciones como el autismo, Asperger, TDAH, Tourette, dislexia y otros.

Cuando hablamos de cariño, podemos referirnos a los cinco lenguajes del amor neurodivergente, según Betsy Selvam y @neurowonderful:

  1. Info Dumping: comparte información de lo que le apasiona con entusiasmo a veces desmesurado y puede hablar mucho tiempo sobre ello.
  2. Juego paralelo: juntos pero no revueltos, es decir son felices con la compañía de la otra persona aunque cada uno esté en algo distinto.
  3. Pingüinadas: realiza acciones que a veces parecen sin sentido o irrelevantes pero para ellos no lo son, como hacer bromas fuera de lugar o dar pequeños regalos: flores, piedras, conchitas, cosas simples.

  4. Presión profunda: es una manera que podríamos llamar "tosca" de demostrar afecto. Pasan del afecto fuerte al contacto cero rápidamente en muchos casos.
  5. Intercambio de apoyo: les gusta mucho ser ayudados cuando lo solicitan y son muy diligentes cuando se les pide algún tipo de soporte académico, colaboración para hacer algo porque se sienten muy útiles.
Una vez entendido esto, es más sencillo dejar de obligar a niños y adultos a cambiar sus actitudes, orillándolos a la incomodidad y al estrés en momentos de afectos. En su lugar podemos empatizar con sus formas y amarlos en su "propio lenguaje".

El control de la tristeza según Daniel Goleman

En el libro "La Inteligencia Emocional" de Daniel Goleman encontré información muy valiosa sobre la tristeza. Quisiera compartirla...