viernes, mayo 08, 2020

Desarrollo por habilidades

En un congreso de coaching educativo muy interesante, hubo un tema que me caló mucho y con el que me identifiqué. El hecho de haber tenido que desarrollar destrezas que no eran tan fáciles, en lugar de tener un trabajo en el cual pudiera potenciar las que ya venían conmigo. 
Hablando en fácil: nacemos y en la primera infancia desarrollamos destrezas y/o habilidades; con el tiempo, el sistema educativo refuerza la parte racional, metódica y disciplinada.  Sin embargo, a esos chicos que llamamos "alumnos problema", los complica, porque les demanda un esfuerzo magnánimo adaptarse al sistema pues su parte creativa, emocional y social no calza.

La enseñanza por competencias en el Perú es incipiente: en el laboratorio de neurociencias, se mide la energía consumida por el cerebro de un alumno que es bueno en Mate durante la clase de Mate y el consumo es mínimo, el niño incluso está relajado y desarrolla sin mucho trámite los ejercicios. En cambio, el niño que es hábil en arte, tiene mucha dificultad para comprender la clase, se siente bloqueado, consume casi 100 veces más energía y termina exhausto antes de la clase que sigue.

Miremos el gráfico que tomé prestado de https://www.psicologia-online.com/test-de-herrmann-de-dominancia-cerebral-4127.html.

Esto nos ayuda a entender que tenemos un área predominante, que habrán cosas que nos cuesten más que otras y que no podemos etiquetar a las personas como "no sirves para..." sino "debemos trabajar un poco más en ... para lograr el objetivo". El sistema tradicional, obliga a trabajar mucho el área verde y  la azul;  metodologías como la Waldorf y Montessori (son las que he investigado), ayudan a que el alumno desarrolle plenamente su área predominante y que aprenda destrezas de las otras áreas sin forzarlas.

Las estadísticas de alumnos que salen del colegio, sin saber con certeza qué estudiar, los que cambian de carrera después del primer año y los que terminan sus carreras, sintiendo que no era lo que ellos pensaban, suman un 90% de la población promedio. Si tomamos en cuenta que el cerebro de un adolescente no ha desarrollado por completo el área perifrontal, que se encarga de las decisiones razonadas, es fácil sacar conclusiones; que entre el desconocimiento y el juicio del entorno por ciertas carreras, hacen una mala combinación.

Los chicos se dejan influenciar por frases como: ¿de qué vas a vivir?,  esta carrera SI da plata, eso no es para ti, etc. Ideal sería poder hacerles un test de dominancia cerebral y de acuerdo a ello, elegir entre un grupo de opciones, una carrera para la que será bueno de manera innata. Los padres podríamos acompañar más eficientemente y servir como orientadores porque ya tendríamos esa información tan importante

La coyuntura obliga a veces a trabajar en actividades que no les gustan, lo más complejo es que ni ellos mismos saben cuales son sus habilidades, por lo tanto, es imposible desarrollar algo que no sabes que tienes ¿te suena lógico?.

Sería una buena práctica que los colegios hicieran este tipo de test, primero para que el sistema tenga menos personas estresadas llenas de frustraciones, segundo: para disminuir los casos de depresión en el mundo, pues forzar al cerebro a hacer lo que no quiere durante 8 a 12 horas es antinatural y desgastante y por último y no menos importante:  más gente feliz, haciendo lo que le gusta de manera eficiente.

  Entonces, ¿ya sabes cual es tu cuadrante?

Docencia y padres en momentos de pandemia

Tema que todos opinan y juzgan; sobre todo, ese papá que manda al  diablo a un niño de 8 años, porque no sabe la tabla del dos (que debió aprender el año pasado) o la mamá, que grita como una loca, porque su hijo de 6 años se sale de la raya en su tarjeta del día de la madre.


Vamos a ponernos en contexto: según datos recogidos por varios colegas terapeutas, el tiempo promedio que demora armar una clase presencial es, la tercera parte de lo que demora estructurar una clase virtual. Además, qué suerte, que tienes el internet hiper veloz; donde yo vivo, en Chaclacayo, como en muchos distritos de Lima; la conexión a internet es tan veloz como un tanque a pedales y súmale; o que alguno de los padres, tiene que hacer tele trabajo a la misma hora de la clase de su hijo o que se corta la señal intermitentemente; por lo tanto el docente, no sabe a ciencia cierta si el 100% de su clase fue escuchada y/o entendida.

Si algo sería bueno aprender, es que uno da lo que tiene dentro y si no eres capaz de tener un poco de paciencia con tus propios hijos, en realidad, está de más gritar: ¡ que rabia estos maestros, no saben hacer una clase decente !, ¡ se les cuelga a cada rato !, ¡ los chicos no aprenden nada ! ... y la máxima: ¡ Qué complicado para los chicos ! (en realidad es complicado para el padre que nunca tuvo que ayudar a un hijo a hacer tareas).

En el colegio de mis hijos, toda la vida se nos puso en claro, que el apoyo de los padres, es vital para el desarrollo académico de los hijos, porque hasta la mamá que no sabe leer y le pide a su hijo, que le lea la obra para ayudarlo con el resumen, vale tanto como el académico que resuelve un ejercicio de mate con su hija por mensaje de whatsapp.

Muchos se acostumbraron al club de tareas, al profesor particular y a que la señora de limpieza ayude a hacer los cuadros con fideítos de los chicos; ahora que hay que ser padres presentes, cómo cuesta ¿verdad?; y no es jalón de orejas, es que alguien tiene que decir las cosas como son: en la mayoría de casas, donde se despotrica contra el profesor, no se piensa que muchas veces, él tiene que dar su clase desde su celular, escondido en un dormitorio, porque tiene hijos pequeños, para que no le hagan bulla; que durmió tres horas, porque en el día dicta clases y en la noche recién puede sentarse a preparar sus clases del día siguiente. A ese docente que quieres que le bajen el sueldo porque no gasta en movilidad, pero que no comprendes que trabaja más horas que nunca, que utiliza el internet de su casa, que no tiene privacidad alguna en su propio hogar y que de corazón te lo abre, con tal que los chicos no se atrasen más.

Ese maestro que tuvo que aprender a ser un maestro virtual en dos semanas, proceso que en países como España según especialistas pedagogos, se daría en el transcurso de dos años, imagínate en nuestro país. 

Aplaudo a esas mamás que no piden rebaja a los colegios con pensiones justas, que pagan como sea y que tienen un solo celular para dos hijos que se turnan para entrar a clases; a las mamás con tres hijos, que tienen una computadora, una tablet destartalada y un celular, sentadas al costado del niño de primer grado, escuchando la clase para ayudar al pequeño con las sumas después; al hermano mayor que recorta hisopos para el trabajo de arte de su hermana, al papá que canta bajito mientras cocina, porque su hijo está en clase y a la adolescente en pijama, a la que la abuelita le pone la leche y el pan con mantequilla al costado, mientras trata de resolver un examen desde su celular.

Este cambio nos toca a todos, cada uno desde sus carencias y sus lujos, todos estamos poniendo de nuestra parte, unamos fuerzas no para escribir: "profesora, usted no tiene método"; hablemos en el chat de papás: ¿COMO PODEMOS AYUDAR?, te das cuenta que si ayudas, no solo le sumas al colegio sino a tus hijos, que tanto amas; si tu preocupación es genuina, SUMA; si tu comentario no suma, ponte a pensar, sincérate contigo mismo,  si quizá solo estás desfogando la frustración propia que no sabes como canalizar. Esto suele pasar con frecuencia.

Los procesos de cambio toman tiempo, así como tú demoras en interiorizar cosas nuevas, el resto del mundo también. SUMEMOS.



El control de la tristeza según Daniel Goleman

En el libro "La Inteligencia Emocional" de Daniel Goleman encontré información muy valiosa sobre la tristeza. Quisiera compartirla...