viernes, julio 31, 2020

Comunicación y sus aristas

Cuando hablamos de comunicación asertiva, normalmente viene a la mente el decir las cosas de una manera que no duela, con tranquilidad y sonriendo; pero la comunicación no es asertiva porque lo dices con una sonrisa, va un poco más allá. Es comunicar sentimientos, pensamientos y opiniones de manera confiada, reduciendo la posibilidad de generar un conflicto.

Es poder expresar sin juicios o ideas fijas, sintiendo un profundo respeto por las personas con las que te comunicas y que ellos tengan claro que tú mereces respeto también, si hubiera un desacuerdo.

La comunicación NO asertiva, aparte de ser una comunicación que hiere podría darse el caso de callarse para evitar el conflicto a cualquier precio, pidiendo disculpas por cada cosa que se dice, sin poder expresar sus sentimientos o pensamientos.

Marshall Rosemberg en su libro Comunicación no violenta cita: "Mientras estudiaba los factores que afectan a nuestra capacidad de ser compasivos, me sorprendió comprobar la función primordial que desempeñan tanto el lenguaje en sí como el uso que hacemos de las palabras. Desde entonces fui identificando un enfoque específico de la comunicación –hablar y escuchar– que nos lleva a dar desde el corazón, a conectarnos con nosotros mismos y con otras personas de una manera que permite que aflore nuestra compasión natural."

Para comunicar eficientemente hay que saber escuchar y esto lo explica Guillermo Echevarría en su libro Cómo hacer que las cosas pasen :" TENEMOS DOS OREJAS Y UNA BOCA, PARA ESCUCHAR EL DOBLE DE LO QUE HABLAMOS, PERO...

La primera vez que me dijeron esta frase, me acuerdo que me propuse firmemente escuchar más en mis relaciones. Sin embargo, luego descubrí que, aun quedándome callado, podía no estar escuchando al otro.

Pero ¿a quién escuchamos cuando no escuchamos al otro?

Nos escuchamos a nosotros. No podemos escucharnos y escuchar a los demás al mismo tiempo. Por eso, cuando estés conversando con alguien, te invito a que chequees cada tanto el lugar en el que estás enfocando tu escucha, preguntándote: ¿Estoy escuchándolo o escuchándome? Una buena manera de testear cuánto estás escuchando es preguntarte (y poder responder): ¿ Qué le preocupa y qué le interesa a esta persona? "

Por otro lado en el libro Coaching educativo y gestión del talento en las escuelas  de José Cueto utiliza el témino comunicación efectiva de esta manera:

 "Las destrezas de la comunicación solo serán efectivas si vienen acompañadas por la congruencia entre tu lenguaje, tono de voz y tu expresión corporal. Para lograr esto es importante desarrollar los siguientes hábitos:

- Concentración: Con la finalidad de apagar el ruido y diálogo interno.

- Conexión con quien se habla: No solo escuchar la voz sino el cuerpo y emoción del alumno o padre con quien hablas.

- Mantener contacto visual: Estar presente, lo que facilitará la conexión.

- Si la mente te distrae: ¡Date cuenta! Y vuelve a enfocarte.

- Asegurarnos con reformular y aclarar: Que entendemos y hacemos entender el mensaje correcto que se quiere transmitir.

No interrumpir: Lo que implica dar espacio para que el padre o alumno se exprese libremente.

- Si estas ocupado y no puedes liberarte: Pide disculpas y agenda una reunión para otro día. "

Entonces, así como no hay luz sin oscuridad, no hay comunicación si no sabemos escuchar al otro, por lo menos no una comunicación de ida y vuelta.

Interiorizar estos conceptos podrían ayudarnos a  escuchar lo que nos dicen y no lo que creemos que quieren decir.

miércoles, julio 15, 2020

El veneno de la ira (Borja Vilaseca)

"La ira es como un cianuro que ingerimos constantemente y aparece cuando la realidad no se asemeja a lo que pensamos que debería ser.
La ira es una emoción, tiene que ver con engancharse en un pensamiento, no tiene nada que ver con la realidad, por ejemplo: si en una conferencia se interrumpe la comunicación, cada persona va a vivir ese hecho neutro de distinta manera.

Tipos de pensamientos:
  1. La realidad debería ser diferente a cómo es. "No debería ...
  2. La realidad debería encajar con la idea que tiene de ella en la cabeza. Las cosas deben funcionar como él cree que es mejor.
  3. La ira aparece cuando siente que algo que ocurre fuera de él es incorrecto. Cuando no encaja con la idea que tiene en la cabeza, cuando normalmente lo único incorrecto es su percepción de la realidad.
La ira es un claro indicador de que se está errando, que se está equivocando a la hora de mirar las cosas, el cómo se relaciona con el instante presente.
La ira es una profunda ignorancia;  ignorancia no es falta de inteligencia, es falta de autoconocimiento, saber verdaderamente quien es uno mismo con esa mente capaz de modificar los pensamientos.

Causas de la ira
Identificación inconsciente con el ego, identificado con un personaje que utiliza para compensar una dolorosa herida, que le acompaña desde el nacimiento, esto es inconsciente, pero si es iracundo es porque siente el dolor de no ser suficientemente perfecto, una sensación de no dar la talla.

Auto exigencia y perfeccionismo, se vuelve un esclavo constante de las percepciones subjetivas y la realidad, siempre tiene que ser diferente a como es.
Vive en una cárcel perpetua.

Rigidez de pensamiento e intolerancia vivir en el miedo, qué es lo correcto y perfecto, lo blanco y lo negro. Como cuando siente que tiene que ir al gimnasio porque es lo que el resto dice que debe ser, pero en verdad no lo disfruta, pero como así tiene que ser, va.

Juicios y moral, juzgar a las personas por lo que cree que piensan, no ceder por nada, él tiene la razón y la forma perfecta, no acepta al resto.

Pensar que el que no hace las cosas como él es un inútil.  Cada uno tiene una forma de ver la vida pero el iracundo piensa que su forma es LA forma.
Las personas con dificultades para manejar la ira viven con mucho sufrimiento, que conduce a la amargura y terminan calcinados en su propia ira.

Egocentrismo. Las personas más egocéntricas son las más iracundas y viven con el afán de querer cambiar la realidad, que todo sea como él cree que debe de ser.
Cuanto más ve lo "imperfecto" del mundo, el dolor de su herida aumenta y mayor es la necesidad de perfeccionar y modificar lo que pasa y a las personas.
"Cuando tenga ..." cree que será feliz y sentirá paz, pero no es así porque encontrará que aun falta algo.

El kit del asunto es mirar hacia adentro, enfrentar su dolor y trabajar en ese sentido de insuficiencia. 
Es como herirse uno mismo tratando de cambiar algo que es imposible, que es la realidad.
La ira genera dolor e insatisfacción, amargura, cuanto peor estás contigo mismo es porque más dolor sientes y desde el dolor actúas con los demás."

...
Esta información la encontré en un video llamado "El veneno de la ira" de Borja Vilaseca que es de más de una hora, este es un fragmento que si lo leemos a conciencia podemos evitarnos malos ratos innecesarios.

martes, julio 07, 2020

El río y las arenas (Cuento Sufí)

Un arroyo, desde su nacimiento en las lejanas montañas, después de atravesar todo tipo de paisajes, alcanzó por fin las arenas del desierto. Igual que había cruzado todas las demás barreras, el arroyo trató también de cruzar esta, pero se encontró que en cuanto se adentraba en la arena, sus aguas desaparecían.

Sin embargo, estaba convencido de que su destino era cruzar ese desierto, y de que a la vez no había manera de cruzarlo. Entonces una voz oculta, que salía del mismo desierto, le susurró: “El viento cruza el desierto, e igualmente puede hacerlo el arroyo”.

El arroyo objetó que estaba arremetiendo contra la arena, pero que sólo estaba siendo absorbido; que el viento podía volar y de que gracias a esto podía atravesar el desierto.

“Arremetiendo de tu manera habitual no podrás atravesarlo; desaparecerás o te convertirás en una marisma. Debes dejar que el viento te lleve a tu destino.”
“¿Pero cómo puede esto suceder?”.
“Dejando que el viento te absorba”.

Esta idea no era aceptable para el arroyo; después de todo, nunca antes había sido absorbido. No quería perder su individualidad, y una vez que la hubiese perdido, ¿cómo iba a saber que podría volver a recuperarla?
“El viento”, dijo la arena, “cumple esa función: Evapora el agua, la transporta a través del desierto, y después la vuelve a dejar caer; al caer en forma de lluvia, el agua se vuelve a convertir en un río”.
“¿Cómo puedo saber que esto es verdad?”
“Así es, y si no me crees, no podrás convertirte más que en un cenagal, e incluso eso te costará muchos, muchos años; e indudablemente no es lo mismo que un arroyo”.
“¿Pero, no puedo seguir siendo el mismo arroyo que soy hoy?”
“No puedes seguir así en ningún de los casos”, dijo el susurro. “Tu parte esencial es transportada y vuelve a formar un arroyo. Tú recibes el nombre que tienes, incluso hoy, porque no sabes que parte de ti es la esencial.”

Cuando el arroyo escucho esto, comenzó a resonar un cierto eco en sus pensamientos; débilmente, recordó un estado en el cual él —¿o era una parte de él?— había sido sostenido en los brazos del viento. También recordó —¿lo recordó?— que esto era lo que realmente había que hacer, aunque no necesariamente lo más obvio.
Y el arroyo hizo ascender su vapor hacia los acogedores brazos del viento, que suavemente y con facilidad le llevaron hacia arriba y a lo lejos, dejándole caer suavemente en cuanto alcanzó la cima de la montaña, muchos, muchos kilómetros más allá.
Y como había abrigado sus dudas, el arroyo fue capaz de recordar y grabar con más fuerza en su mente los detalles de la experiencia.

Él reflexionó. “Sí, ahora he conocido mi verdadera identidad”.
El arroyo estaba aprendiendo. Pero las arenas susurraron: “Nosotras lo sabemos, porque lo vemos suceder un día tras otro y porque nosotras, las arenas, nos extendemos desde la orilla del río por todo el camino hasta la montaña”.
Y por eso se dice que el camino por el que el arroyo de la vida tiene que continuar su viaje, está escrito en las arenas.

sábado, julio 04, 2020

A ti, buscador

 Estas líneas son para ti, un buscador incomprendido; un ser humano brillante pero con un brillo que no todos ven, que entiende que en esta vida "para hacer tortillas hay que reventar huevos" y que valora tanto, la caída más profunda en su vida, como el momento del sueño cumplido; porque sabe que hay un propósito más grande para él, porque entiende que hay grandes cosas para hacer, que puede contribuir con el logro de ellas, ese ser que se cae, se limpia la rodillas y sigue adelante.

Eres de los que sonríe con el alma, que con la mirada puede decir los poemas más dulces;  eres incapaz de de pensar injusticias y que eligió una profesión que pueda revolucionar, que pueda cambiar mentalidades y que estructure sus emociones al mismo tiempo.

Eres un buscador de información, de espiritualidad  y de música para el alma; crees en la bondad de la gente, te entregas en cuerpo y alma, haces lo que crees que es importante y con frecuencia, le callas la boca a personas mediocres que solo te juzgan, pero al ver los resultados, sienten vergüenza de no comprender tu grandeza.

Eres un ser lleno de luz, lleno de amor, lleno de causas justas con una mente que revoluciona, con una fuerza inconmensurable; pero que a la vez, eres tan tierno como el vuelo de una mariposa, esa combinación entre sensibilidad y genialidad que te hace tan único.

Agradezco al universo por poner en mi camino personas como tú, de las que aprendo, eres un ser lleno de potencial y estoy segura que vas a lograr todo eso que quizá en tu cabeza aún está difuso, pero que es un sueño grande que revolucionará el mundo, de eso estoy segura.

A ti buscador, deseo una vida maravillosa y ojalá en otro plano nos volvamos a encontrar.

El control de la tristeza según Daniel Goleman

En el libro "La Inteligencia Emocional" de Daniel Goleman encontré información muy valiosa sobre la tristeza. Quisiera compartirla...