En un congreso de coaching educativo muy interesante, hubo un tema que me caló mucho y con el que me identifiqué. El hecho de haber tenido que desarrollar destrezas que no eran tan fáciles, en lugar de tener un trabajo en el cual pudiera potenciar las que ya venían conmigo.
Hablando en fácil: nacemos y en la primera infancia desarrollamos destrezas y/o habilidades; con el tiempo, el sistema educativo refuerza la parte racional, metódica y disciplinada. Sin embargo, a esos chicos que llamamos "alumnos problema", los complica, porque les demanda un esfuerzo magnánimo adaptarse al sistema pues su parte creativa, emocional y social no calza.
La enseñanza por competencias en el Perú es incipiente: en el laboratorio de neurociencias, se mide la energía consumida por el cerebro de un alumno que es bueno en Mate durante la clase de Mate y el consumo es mínimo, el niño incluso está relajado y desarrolla sin mucho trámite los ejercicios. En cambio, el niño que es hábil en arte, tiene mucha dificultad para comprender la clase, se siente bloqueado, consume casi 100 veces más energía y termina exhausto antes de la clase que sigue.
Miremos el gráfico que tomé prestado de https://www.psicologia-online.com/test-de-herrmann-de-dominancia-cerebral-4127.html.
Esto nos ayuda a entender que tenemos un área predominante, que habrán cosas que nos cuesten más que otras y que no podemos etiquetar a las personas como "no sirves para..." sino "debemos trabajar un poco más en ... para lograr el objetivo". El sistema tradicional, obliga a trabajar mucho el área verde y la azul; metodologías como la Waldorf y Montessori (son las que he investigado), ayudan a que el alumno desarrolle plenamente su área predominante y que aprenda destrezas de las otras áreas sin forzarlas.
Las estadísticas de alumnos que salen del colegio, sin saber con certeza qué estudiar, los que cambian de carrera después del primer año y los que terminan sus carreras, sintiendo que no era lo que ellos pensaban, suman un 90% de la población promedio. Si tomamos en cuenta que el cerebro de un adolescente no ha desarrollado por completo el área perifrontal, que se encarga de las decisiones razonadas, es fácil sacar conclusiones; que entre el desconocimiento y el juicio del entorno por ciertas carreras, hacen una mala combinación.
Los chicos se dejan influenciar por frases como: ¿de qué vas a vivir?, esta carrera SI da plata, eso no es para ti, etc. Ideal sería poder hacerles un test de dominancia cerebral y de acuerdo a ello, elegir entre un grupo de opciones, una carrera para la que será bueno de manera innata. Los padres podríamos acompañar más eficientemente y servir como orientadores porque ya tendríamos esa información tan importante
La coyuntura obliga a veces a trabajar en actividades que no les gustan, lo más complejo es que ni ellos mismos saben cuales son sus habilidades, por lo tanto, es imposible desarrollar algo que no sabes que tienes ¿te suena lógico?.
Sería una buena práctica que los colegios hicieran este tipo de test, primero para que el sistema tenga menos personas estresadas llenas de frustraciones, segundo: para disminuir los casos de depresión en el mundo, pues forzar al cerebro a hacer lo que no quiere durante 8 a 12 horas es antinatural y desgastante y por último y no menos importante: más gente feliz, haciendo lo que le gusta de manera eficiente.
Entonces, ¿ya sabes cual es tu cuadrante?
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