sábado, abril 20, 2019

Lealtades Inconcientes

Cuando estudiamos los árboles genealógicos y la bioneuroemoción encontramos muchas veces patrones de comportamiento o situaciones económicas similares de una generación a otra.

Existe un concepto muy interesante llamado: la lealtad del inconsciente, que quiere decir que, nos identificamos con otros miembros de la familia y sus destinos puede afectar nuestra posibilidad de obtener éxito y prosperidad en contra de nuestra voluntad o intención consciente.

Pongamos un ejemplo: el abuelo de Mariela era una persona hacendada y con mucho dinero, ella es adolescente aún pero observa cómo su abuelo sufre un infarto por problemas con el manejo de sus tierras y el dinero. Su inconsciente asocia muerte y sufrimiento con dinero.

Por otro lado, su padre queda en una situación económica muy complicada, tiene que venderlo todo y las cosas cambian; ahora tienen una vida austera y con algunos problemas de solvencia económica. Él siente que ha fracasado pues a veces no puede proveer de necesidades básicas a su familia.

Mariela siente que cada vez que emprende, termina quebrando su propio negocio.

Cuando trabajamos a nivel del inconsciente podemos observar dos cosas:
Asociación 1: el dinero es muerte y sufrimiento.
Asociación 2: si soy próspera y/o exitosa estoy traicionando a mi padre porque el fracasó económicamente.
Respuesta: "Me deshago del dinero, porque trae desgracia y traiciono a mi padre, porque no debo ser más que él (económicamente hablando).

Suena a raro, ilógico y hasta como autosabotage. Pero esto ocurre a nivel del inconsciente, por lo tanto lo hacemos sin razonarlo.

Otras veces pasa también con las carreras u oficios que elegimos. El caso de alguien que tuvo abuelos muertos en un incendio y se desenvuelve como cirujano plástico. Según su inconsciente debe reconstruir simbólicamente la piel de sus abuelos.

Con terapias de programación neurolingüística podemos observar este tipo de cosas, haciéndolas conscientes y trabajando en ellas. No todas las lealtades son malas, pero si sentimos que algo no nos deja avanzar, es bueno darle una mirada a nuestra propia historia.

miércoles, abril 17, 2019

Tú escoges dónde quieres evolucionar

Cuando los seres humanos a veces sentimos que algo no está funcionando o no estamos muy contentos con lo que vamos logrando, empezamos a cuestionarnos.

Hay veces buscamos un camino que nos lleve a dónde queremos llegar, pero con el tiempo, la rutina, el tedio, y porqué no decirlo el miedo nos paralizamos y nos bloqueamos nuevamente.

Esto no es ni bueno ni malo, según Enric Corbera:  todos tenemos procesos distintos para evolucionar, todas las personas que aparecen en nuestras vida, nos traen aprendizaje y todas, absolutamente todas las situaciones que vivimos, potencialmente (depende como las aprovechemos), nos ayudan a avanzar en el camino al crecimiento.

¿Esto que quiere decir? que inclusive el hecho de quedarnos paralizados, es algo que tiene que ocurrir, quizá luego vienen situaciones más complejas y retomemos esas ganas de mejorar nuestra existencia.

Sin profundizar mucho en el tema, es bueno tener en cuenta que antes de desear ser millonario, tener muchas empresas o ser una persona importante en el mundo, el  desarrollar la mente y el espíritu es vital.

Cuando la mente evoluciona, el universo, Dios o como deseen llamarlo, se va a encargar de que cosas maravillosas pasen.

Bueno saber que no tenemos todas las respuestas, que ser humilde es un requisito y pedir iluminación a un ser superior es lo que corresponde, no nos hace menos, al contrario, nos hace sabios; porque entendemos que como seres humanos, no lo podemos todo.

Otro concepto interesante, que no suena nada descabellado, es el hecho de pensar que la muerte es un estado como estar vivo y que no somos un cuerpo con una mente, sino somos una mente con cuerpo; un cuerpo que es un vehículo para lograr que esa mente evolucione y trascienda en este mundo que es una proyección muy personal de nuestras mentes.

Temas un poco filosóficos pero muy interesantes que nos ayudan a entender muchas situaciones y a saber aceptar lo que viene, no como una condena o como un castigo sino más bien como una oportunidad del universo para madurar, evolucionar y porqué no encontrar el camino a la iluminación.

Somos seres de luz y amor que nos auto_saboteamos, con creencias y programas heredados del pasado, si viviéramos más en el ahora, sin contaminarlo con el pasado y sin miedo al futuro, podríamos contar una historia diferente.

Anímate a usar esos ojos de amor con la gente que te rodea, te va a encantar.

sábado, abril 13, 2019

Cuando...


*Cuando dejas de sentir carencias, todas las cosas vuelven a tí.
*Cuando cesas de pelearte con el mundo, todos se acercan para hablarte de amor.
*Cuando aceptas, Transformas.
*Cuando te atreves a intentar lo nuevo, desaparecen los condicionamientos y el mundo te sorprende.
*Cuando te vuelves blando como el agua, penetras todos los poros de la tierra.
*Cuando comienzas a mirarte, desaparece el mundo.
*Cuando dejas ir lo que no es para tí, ese vacío atrae lo que realmente te pertenece.
*Cuando te pierdes, te encuentras.
*Cuando te decides, esa determinación encuentra a quién eres, y te susurra lo que quieres.
*Cuando renuncias a la guerra, ganas la batalla.
*Cuando aquietas tu mente, todo un universo se pone a tus pies.
*Cuando no te apresuras, todo se acerca hacia ti. 
*Cuando dejas de querer controlar, el mundo se acomoda a sí mismo.
*Cuando eliges no reaccionar, cambia el resultado.
*Cuando aceptas los cambios y la incertidumbre, dejas de sufrir.
*Cuando te vuelves humilde,el mundo te pertenece.
*Cuando te encuentras a ti mismo, cesa la búsqueda.
*Cuando abrazas tu dolor,lo conviertes en amigo.
*Cuando te vuelves consciente, aparece el Dios del universo."
Namaste 🙏
Elizabeth Rodríguez.

jueves, abril 11, 2019

La vida según Frankl

Este es un ensayo de Viktor Frankl,
neurólogo, psiquiatra, sobreviviente del holocausto y el
fundador de la disciplina; que conocemos hoy como Logoterapia.

No eres Tú, soy Yo...
¿Quién te hace sufrir? ¿Quién te rompe el corazón? ¿Quién te lastima? ¿Quién te roba la felicidad o te quita la tranquilidad? ¿Quién controla tu vida?...
¿Tus padres? ¿Tu pareja? ¿Un antiguo amor? ¿Tu suegra? ¿Tu jefe?...

Podrías armar toda una lista de sospechosos o culpables. Probablemente sea lo más fácil. De hecho sólo es cuestión de pensar un poco e ir nombrando a todas aquellas personas que no te han dado lo que te mereces, te han tratado mal o simplemente se han ido de tu vida, dejándote un profundo dolor que hasta el día de hoy no entiendes.

Pero ¿sabes? No necesitas buscar nombres. La respuesta es más sencilla de lo que parece, y es que nadie te hace sufrir, te rompe el corazón, te daña o te quita la paz. Nadie tiene la capacidad al menos que tú le permitas, le abras la puerta y le entregues el control de tu vida.

Llegar a pensar con ese nivel de conciencia puede ser un gran reto, pero no es tan complicado como parece. Se vuelve mucho más sencillo cuando comprendemos que lo que está en juego es nuestra propia felicidad. Y definitivamente el peor lugar para colocarla es en la mente del otro, en sus pensamientos, comentarios o decisiones.

Cada día estoy más convencido de que el hombre sufre no por lo que le pasa, sino por lo que interpreta. Muchas veces sufrimos por tratar de darle respuesta a preguntas que taladran nuestra mente como: ¿Por qué no me llamó? ¿No piensa buscarme? ¿Por qué no me dijo lo que yo quería escuchar? ¿Por qué hizo lo que más me molesta? ¿Por qué se me quedó viendo feo? y muchas otras que por razones de espacio voy a omitir.

No se sufre por la acción de la otra persona, sino por lo que sentimos, pensamos e interpretamos de lo que hizo, por consecuencia directa de haberle dado el control a alguien ajeno a nosotros.

Si lo quisieras ver de forma más gráfica, es como si nos estuviéramos haciendo vudú voluntariamente, clavándonos las agujas cada vez que un tercero hace o deja de hacer algo que nos incomoda. Lo más curioso e injusto del asunto es que la gran mayoría de las personas que nos "lastimaron", siguen sus vidas como si nada hubiera pasado; algunas inclusive ni se llegan a enterar de todo el teatro que estás viviendo en tu mente.

Un claro ejemplo de la enorme dependencia que podemos llegar a tener con otra persona es cuando hace algunos años alguien me dijo:

"Necesito que Enrique me diga que me quiere aunque yo sepa que es mentira. Sólo quiero escucharlo de su boca y que me visite de vez en cuando aunque yo sé que tiene otra familia; te lo prometo que ya con eso puedo ser feliz y me conformo, pero si no lo hace... siento que me muero".

¡Wow! Yo me quedé de a cuatro ¿Realmente ésa será la auténtica felicidad? ¿No será un martirio constante que alguien se la pase decidiendo nuestro estado de ánimo y bienestar? Querer obligar a otra persona a sentir lo que no siente... ¿no será un calvario voluntario para nosotros?

No podemos pasarnos la vida cediendo el poder a alguien más, porque terminamos dependiendo de elecciones de otros, convertidos en marionetas de sus pensamientos y acciones.

Las frases que normalmente se dicen los enamorados como: "Mi amor, me haces tan feliz", "Sin ti me muero", "No puedo pasar la vida sin ti", son completamente irreales y falsas. No porque esté en contra del amor, al contrario, me considero una persona bastante apasionada y romántica, sino porque realmente ninguna otra persona (hasta donde yo tengo entendido) tiene la capacidad de entrar en tu mente, modificar tus procesos bioquímicos y hacerte feliz o hacer que tu corazón deje de latir.

Definitivamente nadie puede decidir por nosotros. Nadie puede obligarnos a sentir o a hacer algo que no queremos, tenemos que vivir en libertad. No podemos estar donde no nos necesiten ni donde no quieran nuestra compañía. No podemos entregar el control de nuestra existencia, para que otros escriban nuestra historia. Tal vez tampoco podamos controlar lo que pasa, pero sí decidir cómo reaccionar e interpretar aquello que nos sucede.

La siguiente vez que pienses que alguien te lastima, te hace sufrir o controla tu vida, recuerda: No es él, no es ella... ERES TÚ quien lo permite y está en tus manos volver a recuperar el control.

"Al hombre se le puede arrebatar todo, salvo una cosa: La última de las libertades humanas-la elección de la actitud personal que debe adoptar frente al destino- para decidir su propio camino".

miércoles, abril 10, 2019

Sentirse ofendido

De Lourdes Costa:
“ EL HABITO DE SENTIRNOS OFENDIDOS...

Las personas se pasan la mayor parte de su vida sintiéndose ofendidas por lo que alguien les hizo. La sorprendente revelación que te voy a hacer, va a cambiar tu vida… ¡Nadie te ha ofendido! Son tus expectativas de lo que esperabas de esas personas, las que te hieren…

Y las expectativas las creas tú con tus pensamientos. No son reales. Son imaginarias. Si tú esperabas que tus padres te dieran más amor y no te lo dieron, no tienes por qué sentirte ofendido. 
Son tus expectativas de lo que un padre ideal debió hacer contigo, las que fueron violadas. Tus ideas son las que te lastiman.

Si esperabas que tu pareja reaccionara de tal o cual forma y no lo hizo… Tu pareja no te ha hecho nada. Es la diferencia entre las atenciones que esperabas tuviera contigo y las que realmente tuvo, las que te hieren. Nuevamente, eso está en tu imaginación. ¿Enojado con Dios? Son tus creencias de lo que debería hacer Dios, las que te lastiman. Dios jamás ofende ni daña a nadie. Un hábito requiere de todas sus partes para funcionar. Si pierde una, 
el hábito se desarma. 

El hábito de sentirte ofendido por lo que te hacen otros (en realidad nadie te hace nada) desaparecerá cuando conozcas mejor la fuente de las “ofensas”.

Cuando nacemos, somos auténticos
Pero nuestra verdadera naturaleza, es suprimida y sustituida artificialmente por conceptos que nuestros padres, la sociedad y televisión nos enseñan. Y crean una novela falsa de cómo deberían ser las cosas en todos los aspectos de tu vida y de cómo deben actuar los demás.

Una de las mayores fuentes de ofensas es la de tratar de imponer el punto de vista de una persona a otra y guiar su vida. Cuando le dices lo que debe hacer y te dice “no”, creas resentimientos por partida doble.

Primero, te sientes ofendido porque no hizo lo que querías.

Segundo, la otra persona se ofende porque no la aceptaste como es. Y es un círculo vicioso. Todas las personas tienen el derecho divino de guiar su vida como les plazca. Aprenderán de sus errores por sí mismos. ¡Déjalos ser! nadie te pertenece.

Las personas son un río caudaloso. Cualquier intento de atraparlas te va a lastimar. Ámalas, disfrútalas y déjalas ir.

1—–Entiende que nadie te ha ofendido. Son tus ideas acerca de cómo deberían actuar las personas y Dios, las que te hieren. Estas ideas son producto de una máscara social, que has aprendido desde tu infancia de forma inconsciente. Reconoce que la mayoría de las personas NUNCA va a cuadrar con esas ideas que tienes. Porque ellos tienen las suyas.

2—–Deja a las personas Ser. Deja que guíen su vida como mejor les plazca. Es su responsabilidad. Dales consejos si te los piden, pero permite que tomen sus decisiones. Es su derecho divino por nacimiento: el libre albedrío y la libertad.

3—–Nadie te pertenece. Ni tus padres, ni amigos ni parejas. Todos formamos parte del engranaje de la naturaleza. Deja fluir las cosas sin resistirte a ellas. Vive y deja vivir.

4—–Deja de pensar demasiado. Ábrete a la posibilidad de nuevas experiencias. No utilices tu inventario. Abre los ojos y observa el fluir de la vida como es. Cuando limpias tu visión de lentes oscuros y te los quitas, el resultado es la limpieza de visión.

5—–La perfección no existe. Ni el padre, amigo, pareja perfectos. Es un concepto creado por la mente humana que a un nivel intelectual puedes comprender, pero en la realidad NO EXISTE. Porque es un concepto imaginario. Un bosque perfecto serían puros árboles, Sol, no bichos… ¿existe? No. Para un pez, el mar perfecto sería aquel donde no hay depredadores ¿existe? No. Solo a un nivel intelectual. En la realidad JAMÁS VA A EXISTIR. 

Naturalmente, al pez solo le queda disfrutar de la realidad. Cualquier frustración de que el mar no es como quiere que sea no tiene sentido. Deja de resistirte a que las personas no son como quieres o no piensan como tú. Acepta a las personas como el pez acepta al mar y ámalas como son.

6—– Disfruta de la vida. La vida real es más hermosa y excitante que cualquier idea que tienes del mundo. Me complacerá decírtelo por experiencia.

7—— Imagina a esa persona que te ofendió en el pasado. Imagínate que ambos están cómodamente sentados. Dile por qué te ofendió. Escucha su explicación amorosa de por qué lo hizo. Y perdónala. Si un ser querido ya no está en este mundo, utiliza esta dinámica para decirle lo que quieres. Escucha su respuesta. Y dile adiós. Te dará una enorme paz.

8—– A la luz del corto período de vida que tenemos, solo tenemos tiempo para vivir, disfrutar y ser felices. Nuestra compañera la muerte en cualquier momento, de forma imprevista, nos puede tomar entre sus brazos. Es superfluo e inútil gastar el tiempo en pensar en las ofensas de otros. No puedes darte ese lujo.

9—– Es natural pasar por un periodo de duelo al perdonar, deja que tu herida sane. Descárgate (no confundir con desquitarse) con alguien para dejar fluir el dolor. Vuelve a leer este artículo las veces necesarias y deja que los conceptos empiecen a sembrar semillas de consciencia en tu interior. Aprende con honestidad los errores que cometiste, prométete que no lo volverás a hacer y regresa a vivir la vida..” 

Ira - Educando las emociones

En el libro " Brújula para navegantes emocionales " de Elsa Punset aparece el tema de la ira y cito textualmente: " Aunque m...