Es una constante la queja de padres y maestros en las reuniones del cole sobre la manera que utilizan los profesores para corregir y las formas que tienen los chicos para responder a dichos estímulos.
El tener en mi entorno personas con habilidades especiales, que se vuelven sobrevivientes de un sistema que "necesita" estandarizar a los alumnos, perdemos de vista dos cosas muy importantes.
- Los alumnos tienen capacidades más desarrolladas que otras y todos son distintos, por lo tanto es imposible pensar en estandarizar, allí hay que pensar en diversificar. ¿Cómo? Guille odia escribir, tiene dificultades con la motora fina pero una memoria prodigiosa, a él le pides que haga una exposición explicando un tema, los volcanes por ejemplo, le dices a Iris que haga un papelote con dibujos sobre ese tema y ella disfruta su pasión por el dibujo mientras aprende sobre ciencia. Entonces a Lorenzo le dices que lleve el bicarbonato con el vinagre para que demuestre como sale la lava del volcán, él es un niño que disfruta el movimiento y le cuesta quedarse quieto. ¿Qué hicimos? Optimizamos recursos, nos comportamos como líderes y sacamos lo mejor de las personas para beneficio del aula, la pasamos bien y aprendimos.
- No hay alumnos difíciles sino profesores con pocos recursos, que no es lo mismo que decir que son malos, sino que el profesor debe ser un buen líder, es el que maneja y administra su aula. Si no tiene las destrezas de un buen líder, las cosas se salen de control.
Ahora bien, el liderazgo es un tema ya manipulado en exceso y mal entendido. Para no perdernos vamos a utilizar tres características básicas:
El líder practica la escucha activa o sea, escucha para comprender y no para responder, porque valora las opiniones y las asume como información que suma. (La divergencia estimula el auto cuestionamiento y amplifica nuestro criterio).
El líder es un comunicador asertivo por excelencia, lo que quiere decir es que utiliza un lenguaje adecuado, uno que todos puedan entender y con una comunicación no verbal coherente (lo que pienso, siento y lo que siento hago).
Y por último y no menos importante, es empático y aquí hago incapié en que la empatía es tratar a las personas como les gusta que las traten, si bien se habla de "ponerse en los zapatos del otro" es difícil saber qué siente alguien que perdió a su padre o que fue golpeado de niño si yo no lo he vivido, podríamos tener una vaga idea pero ponerse en los zapatos del otro literalmente no se puede.
Resumiendo:
El maestro que cumple con estas tres características, logra que los alumnos sientan que "quieren" estar en clase y no que "tienen" que estar en clase. Un alumno en estado de apertura interioriza el conocimiento de manera natural, en buen cristiano: aprende mejor y más rápido.
Un maestro hostil o sin empatía, al estar en un bloqueo energético y emocional constante, no consigue apertura en sus alumnos y el aprendizaje se hace casi imposible. Lo demuestran con creces las herramientas lúdicas, jugando aprendemos mejor y lo interiorizamos; sin embargo si el profesor pone al alumno en estados de estrés es másdificil comprenderlo y merma las ganas de interactuar en clase.
Dejo este gráfico que es de mucha ayuda donde se demuestra como siendo no un espectador sino un protagonista en el aula, el aprendizaje fluye sin problemas.