viernes, mayo 09, 2025

🧬 ¿Qué es una Constelación Familiar?

Desde la mirada de un facilitador en Constelaciones Familiares, podemos decir que una constelación es una técnica terapéutica que busca revelar dinámicas ocultas en los vínculos familiares y transgeneracionales que afectan nuestra vida actual —aunque muchas veces no lo sepamos conscientemente.

Nacida del trabajo del terapeuta alemán Bert Hellinger, esta herramienta parte de la premisa de que todos estamos profundamente conectados con nuestro sistema familiar, incluso con ancestros que nunca conocimos. Y a veces, sin darnos cuenta, cargamos con historias, patrones, lealtades o dolores que no nos pertenecen, pero que influyen en nuestras relaciones, decisiones, síntomas físicos o bloqueos emocionales.

🌿 ¿Por qué hacer una constelación ayuda?

Porque permite “ver” desde otro lugar.
En una constelación, a través de representantes o elementos simbólicos (en grupo o de forma individual), se despliega una imagen del sistema familiar. Esa imagen trae a la luz conflictos no resueltos, exclusiones, duelos, repeticiones o desórdenes en los vínculos.

Cuando algo sale a la luz con respeto, puede ordenarse.
Y al ordenarse, el alma —como decía Hellinger— encuentra alivio.
Entonces aparece el perdón, el permiso
... incluso en temas que parecían no tener salida.

Las personas que hacen una constelación suelen describir una sensación de claridad, de “entender desde otro lugar” y, con el tiempo, notar cómo algo empieza a destrabarse.

🔬 ¿Tiene sustento científico?

Las Constelaciones Familiares no se consideran una técnica científica en términos tradicionales, porque no responden al método empírico clásico ni tienen estudios clínicos masivos que las avalen.
Sin embargo, muchas de sus bases coinciden con aportes de la psicología sistémica, la epigenética, la psicogenealogía y las neurociencias en lo que respecta a la influencia de los vínculos tempranos y la memoria transgeneracional.

Más allá de esto, su eficacia ha sido ampliamente observada en la práctica terapéutica y vivencial, y cada vez más psicólogos, médicos y terapeutas integrativos la incorporan como una herramienta complementaria.

✨ En resumen:

Una constelación no es magia.
Tampoco es esoterismo.
Es una puerta hacia lo que no vemos, pero sentimos.
Es una manera profunda, simbólica y respetuosa de devolverle a cada miembro su lugar
y de recuperar el propio.


 

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