A todos nos ha pasado en algún momento que en las fiestas navideñas o en reuniones familiares nos topamos con la tía "poco tacto" que te dice cosas como: ¡qué gordita que estás!, ¿porque viniste sola, cuándo te casas?.
Ideal es que si quieres ir a la reunión y sabes que vas a encontrarte con esas personas te prepares emocionalmente para no reaccionar de manera explosiva, recordemos que si te molesta, eres tú quien debe resolverlo porque a la tía no podemos cambiarla.
Cuando el alcohol comienza a aumentar, aparece esa "sinceridad salvaje" y pueden deslizarse comentarios desde: "¿de dónde sacas plata para viajar tanto?" hasta "A mí me corresponden esos terrenos por derecho" y justo aparece el silencio.
Silvia Olmedo recomienda: puedes decir una frase como: "Hoy hemos venido a celebrar juntos las fiestas, ¿qué te parece si conversamos de este tema en otro momento? o ¿te parece si mañana conversamos ese tema? hoy hemos venido a celebrar.
Recuerda que lo que vivas ahora, genera los nuevos recuerdos y si tenemos hijos o personas jóvenes en la familia, entendamos que en ese momento estamos generando los referentes de lo que es la vida familiar del mañana en ellos y quedarán grabados para siempre.
Usar juegos de mesa, cantar, reír, escuchar historias son un buen plan.
Enfocar las fuerzas en estrechar vínculos es lo ideal, pues no todo el tiempo hay oportunidades para estar juntos a gran escala. La felicidad es la tranquilidad. Construyamos ambientes sanos.
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