Las relaciones interpersonales en general son como una serie de Netflix, sabes de qué trata pero puede dar vuelcos inesperados.
En los adolescentes cambia en minutos y se dicen cosas subidas e hirientes y al rato se abrazan y dicen bromas.
Cuando eres adulto, las cosas cambian porque estás lleno de algunos adicionales como el estrés del trabajo y/o los estudios, una familia, temas de dinero, en fin, muchos factores que no te permiten ser flexible ante un conflicto emocional.
Cuando hago un taller de Empatía, explico que las personas somos: nuestras creencias, lo que nos dijeron que éramos y lo que nos convencieron que podíamos hacer o no de niños, lo que vivimos. Es como si cada persona tuviera unos anteojos con los que ven a los demás de acuerdo a lo que son, pero cuando te juzgan o te dicen cosas hirientes, es por la percepción que ellos tienen, no es la realidad.
Por ejemplo: si te dicen "eres un bruto", ese es el punto de vista de la persona que te ve y no puedes asumir que es una verdad, porque no lo es.
Todos tenemos destrezas diferentes, en mayor o menor medida y debemos de tratar de respetar eso; lo difícil está cuando tienes que convivir con personas que te lastiman, que te hieren y que te hacen sentir triste.
Fácil es dejar de juntarte con el amigo del cole o la chica del barrio, pero ¿qué pasa cuando la persona es tu padre, tu hermana, tu pareja o la abuela que vive en casa?
Todos hemos pasado por algo así, masticamos cólera, nos sentimos nerviosos cuando se acerca a nosotros y ese mismo bloqueo energético se masifica, se contagia y se repiten los malos ratos.
En un curso de milagros aprendí que el perdón es gradual, nadie perdona al instante, es un proceso, para algunos corto, para otros largo y para alguno nunca se da. Lo saludable es perdonar porque uno mismo empieza a enfermar cuando siente angustia constantemente.
Lo primero podría ser: mirar a esa persona y pensar: "te perdono porque haces las cosas lo mejor que puedes, porque eres lo que hicieron de ti y si causas sufrimiento es porque estás sufriendo". Luego Respira.
Hay personas que viven en un conflicto interno todo el tiempo y nosotros queremos paz, si nivelamos nuestra energía, cambiamos en entorno y al relajarnos, el ambiente se calma un poco. Al inicio no vas a perdonar, pero repetir constantemente esta frase en la cabeza vas a llegar a un punto en el que no te afecte casi lo que diga esta persona y finalmente perdonarás.
Las rosas son bellas y no puedes odiar a tordas, porque una espina te lastimó alguna vez. ¿trabajas en tus emociones desde hoy?
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