En momentos clave cómo navidad, año nuevo, día de las madres y demás fechas ocurre a veces que personas que creemos que "deberían saludarnos", no lo hacen.
La crianza tradicional (sobre todo la latina), te obliga a ser "educado" saludando "obligado" a personas que por los vínculos de sangre o amistades de años "deberíamos" saludar.
Por lo tanto, si no nos contactan, aparece el resentimiento y la mente -fértil como siempre- comienza a inventar un drama de varios capítulos que nos revuelve el estómago y nos pone de un humor terrible.
Yo pregunto, cuando vas a un restaurante y hay algo en la carta que NO te gusta ¿lo pides?.
Cuando vas a comprarte un vestido y ves el más feo ¿lo eliges?
Ahora vamos a lo emocional: ¿si cuando tienes contacto con alguien te trata de mala forma o te ignora? ¿por qué elegirías contactarlo?
Si alguien te ignora o te critica todo el tiempo ¿para qué le escribirías " Feliz Año nuevo" o "Feliz navidad"?
Silvia Congost dice: "Cuando tu te acostumbras a que te dejen en visto o te contesten varios días después, sólo haces que ese hueco emocional sea más grande, tu amor propio se va al suelo y si lo haces constantemente se puede volver algo patológico".
El cariño y el respeto es bidireccional, cuando no ocurre esto hay que salir de ahí.
Los lazos de sangre te hacen pariente pero los lazos de amor, respeto y reciprocidad te hacen familia.
Soltar es comprender que las otras personas piensan y sienten diferente que uno y que eso no debe alterar lo que somos y lo que tenemos dentro.
Enfócate en lo que SI suma.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario