lunes, junio 09, 2025

🧠 Ansiedad productiva: ¿Trabajas mucho o solo huyes de ti mismo?

Vivimos en una cultura que aplaude el “estar ocupado”. Reuniones sin pausa, listas infinitas de pendientes, logros acumulados uno tras otro. Pero... ¿alguna vez te detuviste a preguntarte por qué trabajas tanto?

La ansiedad productiva es una forma disfrazada de evasión emocional. No siempre trabajamos por pasión o metas claras: a veces lo hacemos para no sentir.

🧬 ¿Qué pasa en tu cerebro?
Desde la neurociencia, la hiperproductividad puede activar una respuesta crónica del eje hipotálamo-hipófisis-adrenal, elevando los niveles de cortisol (la hormona del estrés). Aunque a corto plazo puede darte un “rush” de logro, a largo plazo te desconecta de tus emociones y agota tu sistema nervioso.

Además, mantenerse constantemente ocupado estimula el sistema dopaminérgico, asociado con la recompensa inmediata. Cada tarea completada es una mini dosis de validación. Pero como toda adicción, siempre quieres más. Y no porque lo necesites, sino porque no sabes estar con vos mismo en calma.

🧠 Conducta humana: ¿Qué estás evitando?

Muchas personas hiperproductivas:
🌿 Temen al silencio porque les enfrenta a emociones no resueltas.
🌿 Asocian el descanso con culpa o inutilidad.
🌿 Se sienten validadas solo cuando están “rindiendo”.

En el fondo, el trabajo se vuelve una forma elegante de huir: del vacío, de la ansiedad, del dolor emocional.

🛠️ ¿Productividad saludable o evasiva?
Pregúntate:
💡¿Puedes estar en silencio sin sentir incomodidad?
💡¿Te permites descansar sin justificarlo?
💡¿Tu agenda está llena de lo importante o solo de lo urgente?

Ser productivo no es malo. El problema es cuando la productividad se convierte en anestesia emocional.

Te leo en los comentarios

sábado, junio 07, 2025

Amistad: el lazo invisible que nos transforma por dentro


La amistad no es solo una experiencia emocional: también es un fenómeno profundamente biológico. Desde la neurociencia, las relaciones de amistad están mediadas por poderosos neurotransmisores que nos conectan, calman y dan sentido de pertenencia. ¿Qué pasa realmente en nuestro cuerpo y mente cuando somos amigos de alguien… y cuando esa amistad se rompe?

🌿 ¿Qué es la amistad en el cerebro?

La amistad sana activa sistemas cerebrales relacionados con el bienestar y la seguridad. Cada vez que compartes, te ríes o sientes apoyo de una amistad genuina, tu cerebro libera:

❇️ Oxitocina: hormona del apego, refuerza la confianza y el vínculo.
❇️ Dopamina: asociada al placer, hace que disfrutes estar con esa persona.
❇️ Serotonina: regula el estado de ánimo, promoviendo estabilidad emocional.
❇️ Endorfinas: reducen el estrés y generan sensación de calma y alegría.


Estas sustancias no solo te hacen sentir bien: fortalecen el sistema inmunológico y reducen el riesgo de ansiedad y depresión.

⚠️ ¿Cuándo deja de ser una amistad sana?

Una amistad deja de ser saludable cuando:
🚧 Te sientes juzgado, minimizado o manipulado constantemente.
🚧 Hay una dinámica de dependencia emocional o control.
🚧 Sientes agotamiento, ansiedad o culpa tras interactuar con esa persona.


Desde la psicología clínica, una amistad así puede activar el sistema de amenaza, generando cortisol (hormona del estrés) y alterando tu autoestima y percepción del mundo.

💔 ¿Qué ocurre cuando se rompe una amistad?
Perder una amistad significativa puede sentirse igual que un duelo amoroso. El cerebro interpreta el rechazo social como dolor físico real: se activa la corteza cingulada anterior, la misma área implicada en el sufrimiento físico.

Esto puede causar insomnio, tristeza profunda, dificultad para concentrarse e incluso síntomas parecidos a la abstinencia. Porque no solo perdiste a una persona, sino también a las sustancias que tu cerebro producía gracias a ese vínculo.

💡 ¿Vale la pena reconstruir una amistad?

Desde una perspectiva terapéutica, sí vale la pena reconstruir una amistad si:
❤️‍🩹Ambas partes están dispuestas a asumir responsabilidad emocional.
❤️‍🩹Hay respeto mutuo y compromiso de cambio.
❤️‍🩹El vínculo tiene una historia significativa que supera el conflicto.

La amistad no es perfecta, pero si nutre, cuida y te hace sentir más tú, entonces vale el esfuerzo de reconstruirla.

Ghosting: el abandono silencioso que deja huellas invisibles


En la era digital, el ghosting se ha vuelto una forma común —y peligrosa— de terminar vínculos. Pero, ¿qué hay realmente detrás de este comportamiento?

Desde la psiquiatría y la neurociencia, sabemos que el ser humano está biológicamente programado para el vínculo. Cuando una conexión se rompe de forma abrupta y sin explicación, el cerebro lo interpreta como una amenaza. Se activan regiones como la corteza cingulada anterior, relacionada con el dolor físico. Es decir, ser ignorado literalmente duele.

¿Por qué alguien recurre al ghosting? Desde la psicología clínica, las razones pueden variar: apego evitativo, miedo al conflicto, inmadurez emocional, o incluso rasgos de personalidad narcisista. El ghoster suele evitar enfrentarse a las emociones incómodas que implica decir "esto no va más".

Para quien lo sufre, el impacto puede ser profundo: ansiedad, rumiación mental, baja autoestima, desconfianza, y una sensación persistente de no ser suficiente. Es una forma de microtrauma relacional que deja huellas, aunque no siempre visibles.

La buena noticia: se puede sanar. Y el primer paso es entender que el ghosting dice más del otro que de uno mismo. El silencio de alguien no define tu valor. Tu sanación empieza cuando eliges cuidarte emocionalmente y cerrar con dignidad lo que el otro dejó abierto con cobardía.

viernes, junio 06, 2025

Rutinas, pausas y neurociencia:claves para gestionar mejor tu tiempo y tu estrés


¿Sabías que tener una rutina definida no solo mejora tu productividad, sino que también reduce significativamente el estrés? Nuestro cerebro ama la previsibilidad. Le da sensación de seguridad, lo que disminuye la activación de la amígdala, la región asociada con el miedo y la ansiedad.

Tener una rutina bien armada nos ayuda a conservar energía mental. A eso se le llama reducción de la fatiga por decisiones. Al no tener que pensar qué hacer cada mañana, tu mente se libera para enfocarse en lo realmente importante.

Ahora, atención: una rutina no es un contrato eterno. Es vital revisarla cada cierto tiempo, porque nuestras metas, energía y contexto cambian. Si no la actualizas, puede dejar de servirte e incluso volverse una fuente de frustración.

Y acá viene un punto clave desde la neurociencia: las pausas también son parte de la productividad. Nuestro cerebro funciona en ciclos de alta y baja energía —los llamados ciclos ultradianos. Forzarlo a estar en modo “on” todo el día genera estrés crónico y disminuye el rendimiento.

Además, hacer pequeñas modificaciones a la rutina activa la neuroplasticidad, es decir, la capacidad del cerebro de adaptarse, aprender y crecer. Cambiar algo, como tu lugar de trabajo o el orden de tus actividades, puede estimular tu motivación y creatividad.

Entonces, ¿qué te recomiendo?
1. Establece una rutina base, pero flexible.
2. Revisa cada 3 meses si sigue alineada con tus objetivos.
3. Introduce pausas conscientes cada 90 minutos.
4. Cambia algo pequeño cada semana para mantener la mente activa.

Las rutinas bien diseñadas son un acto de autocuidado. No se trata de rigidez, sino de consciencia. 
H

Y a ti ¿Cómo te va en la rutina? Te leo 

lunes, junio 02, 2025

10 pasos para reinventarte después de un despido


Cuando una puerta se cierra, otras se abren… pero el proceso de soltar y volver a confiar es un camino que merece ser acompañado con conciencia.” – Luchi

Que te despidan de una manera intempestiva, es algo que te golpea en muchos aspectos de tu vida y es cuando tienes que sacar fuerzas, de donde no tienes, para reinventarte. 
No es el fin del mundo créeme así que acá te escribo 10 pasos que te pueden ayudar si acabas de perder tu trabajo y quieres volver al ruedo. 

1. Permítete sentir (sin culpa)
El despido es un duelo. No lo minimices. Llora si lo necesitas, grita, descansa. 
Negar la emoción solo posterga la sanación.

✍️ 2. Ponle nombre a lo que sientes
¿Es enojo, miedo, vergüenza, incertidumbre? 
Nombrar lo que sentimos es el primer paso para gestionarlo. 
Usa journaling o háblalo con alguien de confianza.

🌬 3. Cuida tu energía
Duerme bien, aliméntate con conciencia, mueve el cuerpo. 
Cuando el mundo interior se sacude, lo físico se convierte en ancla.

🧠 4. Separa los hechos de las historias.
El despido es un evento. 
La historia que te cuentas puede empoderarte o paralizarte. 
¿Qué relato eliges construir a partir de esto?

💡 5. Hazte buenas preguntas
¿Qué aprendí de este trabajo?
¿Qué me estaba diciendo el cuerpo antes del despido?
¿Qué deseo para mi próxima etapa?

📚 6. Invierte en tí 
Toma un curso, empieza terapia o coaching, actualiza tus habilidades. 
Este es el momento perfecto para reconectar con tu valor y potencial.

🧭 7. Redefine tu propósito profesional
¿Qué te apasiona? ¿Qué tipo de trabajo te hace sentir pleno/a? 
El despido puede ser una oportunidad para reconectar con tu verdadero propósito.

🧱 8. Rediseña tu marca personal
Actualiza tu CV, optimiza tu perfil de LinkedIn, revisa cómo te presentas al mundo. 
Tu historia cambió. Tu presentación también puede hacerlo.

🤝 9. Activa tu red de contactos
Cuenta con honestidad y serenidad que estás en una nueva etapa. 
La vulnerabilidad auténtica abre puertas que el orgullo mantiene cerradas.

🚀 10. Crea un plan de acción
Ponte objetivos pequeños, semanales. 
Celebra los avances, incluso los emocionales. 
Reinventarte es un proceso, no una carrera.


🦋 Recuerda: el trabajo no define tu valor. Tu esencia sigue intacta.

Confía en tu capacidad de reconstruirte. El mundo necesita lo que sólo tú sabes aportar.

Crianzas que dejan huellas: Lo que los golpes enseñan (y deforman) en el cerebro de un niño

La violencia física en la infancia no solo deja marcas en la piel: deja huellas profundas en el cerebro. Desde la neurociencia, se ha demost...