viernes, marzo 26, 2021

Comunicación y sufrimiento


Cuando nos duele algo profundamente: nos "hacemos una bolita" o sale fuego de nuestros labios. A nadie le gusta sufrir, pero algo que me enseñaron los cursos de Gestión Emocional es que: las personas no te hacen sufrir, ¿cómo?, así como lo lees; las personas hacen cosas, que le salen de la mente o del alma y tú decides si lo abrazas para sufrir o lo ves como una percepción personal de las cosas, una opinión y te haces a un costado.

Si tenemos una pareja o amistades que nos dicen solo cosas que no nos suman: quejas, críticas o insultos todo el tiempo, hay que salir de allí; pero lo que te dice y  hace solo refleja lo que esa persona siente.

Si solo te dicen cosas hirientes y que no llevan a mejorar, o no te hablan aún estando a tu lado; definitivamente eso dice qué tanto dolor, tristeza o falta de amor a sí mismo existe en su interior. Todos damos lo que tenemos.

En el libro Sin barro no crece el loto de Thich Nhat Hanh hay una parte donde describe lo importante de facilitar la comunicación en momentos de dolor y me llamó la atención por lo beneficioso que puede resultar y lo copio a continuación:

" Mientras la otra persona habla, puede que oigas mucha amargura, percepciones erróneas o acusación en su discurso. Si dejas que esas cosas desencadenen tu ira perderás la capacidad de escuchar profundamente.

En lugar de eso, céntrate en tu verdadero propósito y recuerda: "Al escucharle de esta manera, mi único propósito es ayudar a la otra persona a sufrir menos. Puede que se haya hecho muchas percepciones erróneas, pero no la interrumpiré. Si intervengo con mi perspectiva o la corrijo, convertiré la práctica de la escucha profunda en una discusión. En otro momento puede que tenga la oportunidad de ofrecerle algo de información para que pueda corregir sus percepciones erróneas, pero ahora no". Este tipo de conciencia plena te ayudará a mantener viva tu compasión y te protegerá de desencadenar la semilla de ira que hay en tu interior. Quién sabe, puede que seas el primero que escuchado a esa persona atentamente.

Cuando hayas comprendido su sufrimiento y estés listo para hablar, tu voz estará cargada de compasión, puedes utilizar un habla bondadosa libre de prejuicios o culpa, podrías decir algo como:  "no era mi intención hacerte sufrir. No comprendía tu sufrimiento, lo siento. Por favor ayúdame, cuéntame tus problemas. Necesito ayuda para entenderte". O puede que quieras decir: "sé que has sufrido mucho estos últimos años. No he sido capaz de ayudarte a sufrir menos, en lugar de eso solo he conseguido empeorar la situación. He reaccionado con enfado y tozudez y, en lugar de ayudarte, te he echo sufrir más. Lo siento mucho". Muchos de nosotros no somos capaces de usar ese tipo de lenguaje con otra persona, porque hemos sufrido mucho. Pero si practicamos conscientemente la escucha profunda y el habla bondadosa, seremos capaces de curarnos y ser felices.

"

Suena liberador, vale la pena intentarlo de a pocos, porque finalmente la calma la vamos a sentir nosotros también. 

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