viernes, agosto 01, 2025

Liderazgo en la infancia desde la psicología infantil: cómo distinguirlo del autoritarismo


Desde la psicología infantil, el liderazgo en la infancia es la capacidad de influir positivamente en otros niños a través de la empatía, la iniciativa, la responsabilidad y una comunicación efectiva. Es una habilidad natural en algunos niños y desarrollable en otros, que se expresa en el juego, en los trabajos grupales y en las relaciones sociales cotidianas.

¿Cómo distinguir a un niño líder de uno autoritario o tirano?

Es fundamental no confundir liderazgo con conductas dominantes o autoritarias. Mientras que un niño líder busca el consenso, cuida del grupo y propone soluciones, un niño autoritario impone su voluntad, busca controlar y muchas veces recurre al miedo o a la manipulación para mantener su posición.

Diferencias clave:

Niño Líder Niño Autoritario o Tirano
Escucha a los demás Ignora opiniones o las descalifica
Motiva y da ejemplo  Ordena o exige
Se adapta y coopera Se impone y busca dominar
Empático con las emociones ajenas Poco tolerante a la frustración
Propone soluciones en equipo Decide unilateralmente

Conducta típica de un niño con liderazgo sano

Un niño líder:

  • Suele organizar juegos o actividades espontáneamente.

  • Busca incluir a otros niños.

  • Tiene ideas claras, pero es flexible y escucha.

  • Es asertivo sin ser agresivo.

  • Tiene iniciativa y suele ser creativo en la resolución de problemas.

5 tips para padres que quieren potenciar esta habilidad

  1. Fomenta la toma de decisiones
    Involucra a tu hijo en pequeñas decisiones del día a día (como elegir la merienda, decidir a qué jugar o cómo organizar sus tareas).

  2. Refuerza la empatía y el trabajo en equipo
    Anímalo a ponerse en el lugar del otro, reconocer emociones ajenas y cooperar. El liderazgo sin empatía se convierte en imposición.

  3. Modela un liderazgo sano
    Los niños aprenden más por lo que ven que por lo que se les dice. Sé un ejemplo de escucha activa, firmeza amable y toma de decisiones compartidas.

  4. Evita premiar la imposición
    Si un niño impone su voluntad y eso le da resultados, reforzará ese estilo. En cambio, refuerza positivamente cuando logra acuerdos o cuida del grupo.

  5. Bríndale espacios para practicar
    Talleres de liderazgo infantil, deportes en equipo, roles en el colegio (como delegado), o actividades extracurriculares donde pueda guiar sin dominar.

El liderazgo infantil no es solo una característica de personalidad, sino una competencia emocional y social que se forma con guía, oportunidades y ejemplo. La clave está en cultivar la capacidad de influir desde el respeto, la empatía y la colaboración.

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