Tu pasado no es tu destino: Cómo reprogramar la imagen que tienes de ti misma
Hoy quiero contarte algo que la neurociencia y la psicología nos confirman: La imagen que tienes de ti misma no viene en tu ADN, se aprende. Y la mejor noticia es que todo lo aprendido, se puede desaprender.
Tu cerebro: Una máquina de predecir (basada en el ayer)
Walter Riso, experto en terapia cognitiva, nos explica que el cerebro humano funciona como una inmensa base de datos. Desde que somos niñas, almacenamos experiencias, frases de nuestros padres, éxitos y fracasos. Toda esa información se guarda en la memoria a largo plazo creando "creencias".
El problema es que el cerebro es perezoso por naturaleza. Para ahorrar energía, usa esa información vieja para predecir tu futuro. Como dice Riso: "El futuro está almacenado en el pasado".
Si tu archivo mental dice "Soy insegura" o "No merezco amor", tu cerebro buscará inconscientemente situaciones que confirmen esa teoría. Es lo que llamamos la Profecía Autorrealizada.
Si crees que eres "mala para las relaciones", evitarás abrirte emocionalmente, lo que causará que la relación falle, confirmando tu creencia inicial.
Si crees que "no vales para los negocios", el miedo te paralizará antes de empezar.
El ingrediente sistémico: Reconciliarte con el origen
Aquí es donde integramos una pieza clave. Mientras Riso nos habla de cómo se forma la creencia, expertos como Rodrigo García Platas nos hablan de de dónde viene la fuerza para cambiarla.
Esa "visión del mundo" la tomaste principalmente de tu entorno inmediato: papá y mamá. Muchas veces, al crecer, juzgamos esas enseñanzas o rechazamos a nuestros padres por lo que hicieron o dejaron de hacer. Pero Platas nos recuerda algo fundamental: "El éxito tiene el rostro de la madre y la estructura el rostro del padre".
No puedes construir una autoimagen sólida si estás peleada con tu origen. Tu autoestima no crece desde el rechazo a tu historia, sino desde la integración.
Observar la creencia: (Ej. "Siento que no merezco").
Agradecer el origen: Entender que esa creencia te sirvió en el pasado para sobrevivir en tu sistema familiar.
Decidir diferente: Tomar la energía de tu historia, dejar el juicio atrás y crear una nueva ruta neuronal.
Los 4 Jinetes de tu Autoestima
Para que empieces hoy mismo a trabajar en tu "Yo" ideal, Riso nos sugiere fortalecer cuatro pilares. Como coach, te invito a revisarlos como si fueran las patas de una mesa:
Autoconcepto: ¿Qué piensas de ti? (¿Te tratas como a una socia valiosa o como a una empleada torpe?).
Autoimagen: ¿Cuánto te agradas? (Más allá del espejo, ¿te gustas como persona?).
Autorreforzamiento: ¿Te premias? (Es vital darte gustos y celebrar tus logros, por pequeños que sean).
Autoeficacia: ¿Confías en tu capacidad? (Saber que, venga lo que venga, podrás gestionarlo).
El cambio empieza cuando la realidad vence a la creencia
Una autoestima sana no es narcisismo; es un sistema inmunológico para el alma. Te permite amar sin dependencia, trabajar sin miedo al ridículo y vivir con autonomía.
Recuerda este mantra vital: "Merezco todo aquello que me haga crecer como persona y ser feliz". No es un deseo, es un derecho.
Si estás atravesando una separación, un cambio laboral o simplemente sientes que tu "software" mental necesita una actualización, recuerda que tienes la neuroplasticidad a tu favor. Tu historia hasta hoy ha sido el borrador; ahora tienes la pluma para escribir el capítulo definitivo.




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