Estoy siguiendo a la Dra. Nilda Chiaraviglio, una experta en terapias de pareja y en varias de sus entrevistas, habla de una estrategia o herramienta para racionalizar esos conflictos de pareja, que a veces son muy simples de solucionar, pero que por no escuchar y no pensar tranquilamente, empeoramos todo.
Su herramienta se llama "Las llaves del cielo" y es hacer dos preguntas:P1: ¿De quién es el problema?
R1: Del que lo siente
P2: ¿Quién resuelve el problema?
R2: El que lo tiene
Entonces hice un ejercicio con algo que ocurrió en mi vida de pareja, fue revelador y lo voy a compartir para graficar esta herramienta.
Situación: Siento que no me amas, nunca estás, ya no eres cariñoso.
P1: ¿De quién es el problema?
R1: Mio
P2: ¿Quién resuelve el problema?
R2: Yo.
A ver, alguien pensará: pero si él es quien dejó de ser cariñoso y se volvió alguien ausente en tu vida.
Para que haya cierto equilibrio en la balanza de lo que sea, hay dos partes y podría ser que él sentía que era demandante o engreída, quizá tenía problemas de trabajo y le costaba enfocarse en otros temas... siempre hay una razón.
Algo en lo que fallé es que me tomaba las cosas a lo personal y eso no ayudaba. (en ese tiempo no sabía sobre la escucha activa ni había leído "Los 4 acuerdos" :P ).
La Dra. Nilda habla que durante el enamoramiento, el exceso de oxitocina producida, no deja que veamos a la persona como es, sino como quisiéramos que sea, nubla un poco la parte lógica del cerebro por decirlo de alguna manera y la idealizamos. Cuando baja este químico, PLOP, es cuando empezamos a ver los defectos más claramente.
En realidad es una combinación de ceguera voluntaria con falta de habilidades de gestión emocional (según mi experiencia), lo que nos lleva al fracaso, después de haber estado perdidamente enamorados. Bien trágica mi conclusión pero, en realidad, lo ideal es que cuando ambos ven que las cosas no van bien, es cuando hay que buscar ayuda profesional y comenzar a desarrollar habilidades, que no sólo nos sirven para llevar un mejor matrimonio, sino que nos sirven en la oficina, con los hijos y para tener una vida plena.Culpar o victimizarse nunca es la solución, la idea es responsabilizarnos de lo que sentimos y contrastar la información. "El que se pica, pierde" como decimos los peruanos, o sea, el que se ofende nunca va a ganar.
Si bien, a nadie le gusta que le canten sus defectos, cuando realmente quieres solucionar algo, con un poquito de voluntad y no tomando todo a la tremenda, podemos evitarnos años de dolor innecesario.
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