Dormir bien no sólo es importante porque es una necesidad básica del ser humano sino que tiene muchos beneficios para la salud emocional. Algunos de ellos son:
- Mejora el estado de ánimo. Dormir bien nos hace sentir más felices, relajados y optimistas. La influencia que tiene en nuestro estado anímico es muy grande.
- Previene la ansiedad y la depresión. Dormir bien ayuda a regular las hormonas del estrés y a contrarrestar los efectos negativos de la adrenalina y el cortisol. Mantenernos en estado de vigilia/alerta por mucho tiempo intoxica el cerebro de químicos que dificultan aún más la conciliación del sueño. Dormir adecuadamente mejora la calidad de nuestro día.
- Potencia la memoria y las habilidades mentales. Dormir bien facilita el proceso de consolidación de la memoria y el aprendizaje. Contribuye a mejorar la concentración, el raciocinio y la capacidad resolutiva. Estas habilidades son fundamentales para nuestro bienestar emocional, ya que nos permiten afrontar mejor los desafíos cotidianos y sentirnos más satisfechos con nosotros mismos.
Como puedes ver, dormir bien es una forma de cuidar tu salud emocional y tu calidad de vida. Por eso, te recomiendo que sigas una buena higiene del sueño, que incluye:
- Establecer un horario regular para acostarte y levantarte.
- Evitar las siestas largas o en horarios inadecuados.
- Evitar el consumo de cafeína, alcohol o nicotina por lo menos dos horas antes de dormir.
- Crear un ambiente cómodo, oscuro, silencioso y fresco para dormir.
- Evitar el uso de dispositivos electrónicos con luz azul al menos una hora antes de dormir.
- Realizar alguna actividad relajante antes de acostarte, como leer, meditar o escuchar música suave. Evita correr, boxear o cualquier deporte extremo que te estimule la producción de cortisol, por lo menos cerca de la hora de dormir.
Si tienes insomnio, es decir, dificultad para conciliar o mantener el sueño, o te sientes cansado al despertar, puedes hacer lo siguiente:
- Consulta a tu médico para descubrir el por qué no puedes dormir bien.
- Sigue los pasos indicados arriba.
- Si usas medicación química, busca alternativas para que la vayas disminuyendo y por qué no, eliminando los somníferos que muchos de ellos crean adicción y daños colaterales.
- Considera la terapia cognitiva conductual para el insomnio (TCC-I), talleres de gestión emocional o maneras alternativas de trabajar en tus pensamientos para potenciarte y no sean un motivo de cansancio y malestar.
- Practica técnicas de respiración consciente, meditaciones guiadas, yoga o relajación que te ayude a segregar los químicos correctos que condicionen a tu organismo a un descanso eficiente.
Espero que estos consejos te sean útiles y que puedas mejorar tu calidad de sueño. Recuerda que dormir bien es muy importante para tu salud física y mental. 😊
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