En una entrevista que hace Marco Antonio Regil a la experta en terapia de pareja Nilda Chiaraviglio sobre "Cómo superar una ruptura "-dejo link aquí-, aprendí algunos conceptos útiles que me gustaría compartirlos. Les hago un resumen, pero les recomiendo la vean, es extensa pero divertida y enriquecedora.
- Nunca vamos a olvidar al Ex y no hay que hacerlo, el amor no se hace humo, se transforma. Cuanto más luchas pensando "Quiero olvidarme de Pepito" más te enfocas en Pepito.
- El dolor no es para olvidarlo, es para amarlo; si nos duele, es nuestra herida y quien tiene que curarla es uno mismo. Hay que sanar y hay que trabajarla de preferencia con un profesional.
- Nosotros elegimos a nuestra pareja para crecer y sanar las heridas de la infancia. (Esto es a nivel inconsciente).
- Si no curamos las heridas, seguiremos buscando personas que nos hagan sentir lo mismo. Cambiamos por dos razones: porque dolió tanto que no queda de otra o porque tenemos el propósito de trabajar en nuestro desarrollo personal.
- El otro no vino a sanar nuestra heridas, vino a hacernos dar cuenta que hay algo que trabajar.
- Cuando nos damos cuenta que lo que nos dolió de la relación, nos va a servir para curar a nuestro niño interior herido, incluso seremos capaces de agradecer el proceso y a la persona que nos ayudó a hacerlo consciente.
Cuando recién empezamos el duelo de pareja, luego de la decisión de terminar la relación, las emociones están un poco exacerbadas y lo que suele ocurrir, es que buscamos la culpa fuera de nosotros, evitando asumir ese 50% de la responsabilidad dentro del vínculo.
Cada parte tiene su propia versión y en una sociedad como la nuestra, el soporte emocional suele transformarse en una especie de bando de uno en contra del otro.
El recibir esa frase de: "no te merecía", "tú que le diste los mejores años de tu vida" y etc., en un primer momento nos hacen sentir que "valoran" todo lo que hicimos, sin embargo; cuando persistimos en una relación que no es sana, el no movernos de ahí, nos hace responsables de no poner un límite y toleramos la conducta del otro, sin contar con que dejamos de valorarnos y entramos en bucles de victimismo, que nos alejan de nuestro propio ser, volviéndonos tóxicos con nosotros mismos.
No es la idea "darnos con látigo" por los problemas sino de tomar consciencia de nuestra parte del error, para no volverlo a cometer con alguien más y en el caso que nos dejemos de amar, encontremos el camino para recuperarnos. Nadie más puede llenar el vacío que deja la falta de amor propio, sólo tú lo puedes llenar.
Cuando agradeces, perdonas, sueltas y retomas las riendas de tu vida.
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