sábado, septiembre 30, 2023

Cerrando ciclos desde la gratitud

En sesiones de acompañamiento emocional me ocurre con frecuencia trabajar con el cierre de ciclos de pareja, una amistad, un familiar o un jefe.

Se analizan los motivos por los que la persona cree que el sufrimiento es difícil de gestionar, -recordemos que el sufrimiento nos indica que hay una herida que precede a la situación actual-, entonces comenzamos a encontrar razones, poder hacernos responsables y tomar acción; pues, nuestro bienestar depende de nosotros.

Nos cuesta entender que si es mi sufrimiento, eso obedece a mi herida y no puedo pretender que otro la sane porque no puede. ¿Les ha pasado que quieren hacerle ver a alguien que no le conviene la pareja que tiene y esta persona trata de mil formas de convencerte del por qué sí debe quedarse con él o ella?; esto es un acto reflejo que puede ser miedo a la soledad, al abandono o la no pertenencia; sin embargo, hay que trabajarlo para vivir en bienestar.

Cuando buscamos parejas con los mismos patrones conductuales por ejemplo y nos quejamos de lo mismo siempre, es signo inequívoco de que no estamos curando o aprendiendo lo que hay que mejorar en nuestro ser y nuestro inconsciente seguirá eligiendo personas iguales, porque necesita aprender una lección y nuestro consciente no lo hace, entonces ocurre lo inevitable: duele tanto que cambias.

Para cerrar ciclos, cuando deciden en sesión que quieren hacer consciente lo inconsciente que tanto duele, una de las herramientas que usamos es la "Lista Paralela".

Esta lista consiste en poner en una hoja en blanco una línea al centro y colocar al lado izquierdo todo aquello que les gustaba en la relación de pareja, -vamos a usarlo de referencia pero esta lista se puede hacer con cualquier vínculo afectivo o situaciones puntuales como: el trabajo que tenemos hoy-. 

En sesión aparecían en el lado izquierdo oraciones como:

  • Detalles  inesperados: café en el desayuno, rosa roja sin razón, un abrazo inesperado en el centro comercial, aparecer en mi oficina de sorpresa para regresar juntos... etc.
  • Apoyo emocional en mis peores momentos.
  • Erotismo y sexualidad de calidad
  • Aliento para que mejore y estudie lo que amo.
En el lado derecho van las cosas que no me gustaron de la relación:
  • Debía asumir que me amaba porque estábamos casados y no tenía detalles.
  • Es adicto/a al trabajo y pareciera que no valora los momentos importantes en familia.
  • Me decía frases como : nunca haces nada bien, siempre falta algo, todo lo solucionas con llanto.
  • La sexualidad la percibí como un desfogue para él y no un acto de amor de pareja.
Entonces, cuando escribimos a mano con lápiz en el papel, la parte de la memoria se activa y empezamos a ayudar a nuestra mente y cuerpo a sacar energía en forma de emociones y sentimientos, entonces sucede algo muy bueno y es que podemos darnos cuenta de lo que está pasando.

Cuando hago releer lo que han escrito, observan más objetivamente la situación, un poco en frío o sea le bajamos a la emoción y le ponemos más mente y les explico: el lado izquierdo es lo que disfrutan de una pareja (cualquiera) y lo de la derecha son las heridas de infancia que debemos trabajar pues el ex toca una herida que teníamos desde antes de estar con ella/él. ¿Cómo así? 

Vamos a tomar de ejemplo la frase: "Debía asumir que me amaba porque estábamos casados y no tenía detalles". No vamos a justificar conductas de desdén, pero sí vamos a tratar de ser objetivos:
¿Alguna vez le dijiste cómo te gusta que te amen?, ¿Eras amoroso/a?, ¿Si tenían algún detalle tu expectativa siempre era más alta?, ¿Criticaste algún detalle que tuvo contigo alguna vez?... si vamos más atrás: ¿Papá o Mamá decían que te amaban?

¿Papá estaba ausente física y/o emocionalmente y había que ganarse su atención o afecto?, ¿Tus padres no cubrían tus necesidades afectivas?, ¿Fuiste un /a hijo/a "invisible" entre tus hermanos o el/la "hijo/a problema" ?... etc.

Hasta el día de hoy en el 100% de los casos que he visto, el origen está en la infancia y la pre adolescencia y cuando de adultos tenemos una experiencia similar, detona el recuerdo y la herida, duele.

Entonces, si curamos lo que duele y tenemos claro lo que queremos, la próxima elegiremos desde la abundancia y no nos conformaremos desde la carencia o la necesidad de que nos quieran.

¿Esto garantiza que nuestra vida será un cuento de Disney?, no, pero vamos a tener relaciones más sanas y los conflictos van a ser superados con menos sufrimiento cumpliendo su función, que es la de mejorarnos a nosotros mismos.

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