Leyendo el libro, la "Magia del orden" de Marie Kondo, encontré varias cosas muy interesantes, comparto una de ellas:
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"Tan pronto como empieces, reajustarás tu vida
¿Alguna vez te sentiste incapaz de estudiar la noche anterior a un examen y te pusiste
a limpiar como loco? Confieso que lo he hecho. En verdad, ese fue un episodio
regular en mi vida. Tomaba los montones de fotocopias que cubrían mi escritorio y
los echaba a la basura. Luego, incapaz de parar, recogía los libros y papeles que
estaban tirados en el suelo y empezaba a acomodarlos en el librero. Por último, abría
el cajón de mi escritorio y organizaba mis plumas y lápices.
Antes de darme cuenta,
eran las 2:30 a.m. Derrotada por el sueño, me despertaba bruscamente a las 5 a. m., y
sólo entonces, llena de pánico, abría mi libro y me ponía a estudiar.
Yo creía que esta necesidad de organizar antes de un examen era una peculiaridad
mía, pero después de conocer a muchos otros que hacían lo mismo, me di cuenta de
que se trataba de un fenómeno común. Mucha gente siente la necesidad de limpiar
cuando está bajo presión, como justo antes de presentar un examen. Pero esta
urgencia no ocurre por que quieran ordenar su habitación. Ocurre porque necesitan
poner en orden «algo más». En realidad, su cerebro les clama que estudien, pero
cuando percibe el espacio desordenado, su atención cambia a «necesito limpiar mi
habitación».
Esta teoría queda demostrada por el hecho de que la necesidad de
organizar rara vez continúa una vez pasada la crisis. Cuando el examen ha concluido,
se disipa la pasión que la noche anterior se volcó en limpiar y la vida regresa a la
normalidad. Cualquier idea relacionada con la organización se borra de la mente de la
persona. Esto se debe a que el problema que enfrentaba (en este caso, la necesidad de
estudiar para el examen) ha quedado «guardado en su sitio».
Esto no significa que limpiar tu habitación vaya a calmar tu mente atormentada.
Aunque puede ayudarte a sentirte revitalizado temporalmente, el alivio no durará
porque no has enfrentado la verdadera causa de tu ansiedad. Si te dejas engañar por el
alivio temporal que te da haber organizado tu espacio físico, nunca reconocerás la
necesidad de ordenar tu espacio psicológico. Distraída por la «necesidad» de
organizar mi habitación, me tomó mucho tiempo analizar y concluir que mis
calificaciones siempre fueron terribles.
Imagina una habitación desordenada. No se desordena sola. Tú, la persona que
vive en ella, es quien hace el chiquero. Dicen que «una habitación caótica es el reflejo
de una mente caótica». Yo lo veo así. Cuando una habitación se desordena, la causa
no es sólo física. El caos visible nos ayuda a distraernos del verdadero origen del
trastorno.
En realidad, el acto de desordenar es un reflejo instintivo que distrae
nuestra atención del meollo de un problema. Si no puedes sentirte relajado en un
cuarto limpio y ordenado, enfrenta tu sentimiento de ansiedad. Bien podría arrojar luz
sobre lo que en verdad te aqueja. Cuando tu habitación está limpia y organizada, no te
queda más opción que examinar tu estado interior. Puedes ver cualquier problema que
hayas evitado y te obligas a enfrentarlo. Tan pronto como empiezas a organizar, te
sientes obligado a reajustar tu vida. Como resultado, tu vida empieza a cambiar."
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