jueves, octubre 11, 2018

Normas inflexibles y destructoras

Hace unos días una Maestra puso esta imagen en facebook y grafica la realidad (triste) de un sistema educativo de hace 50 años, que trata de no despegarse de muchas escuelas e incluso instituciones de nivel superior.

Tengo la oportunidad de "abrazar" el síndrome de Asperger en casa, que lejos de verlo como una limitación, lo trabajamos como un sinnúmero de oportunidades para ser creativos. Si bien es cierto, no lo hicimos desde un inicio, al tener acceso a tanta información, podemos sacarle mucho provecho a las bondades de esta condición y trabajar para superar, las desventajas que no nos permitan avanzar (sobre todo en lo que se refiere a trabajo en equipo y habilidades blandas).

La vida te enseña, que ni siquiera tus propios hijos tienen las mismas habilidades, ¿qué puede hacerle pensar a un profesor que 40 alumnos de un aula sí?. Ojo, no hablo de normas de disciplina, tiene que haber un orden básico, normas de convivencia para que no se maten entre ellos, pero qué tanto personalizan las normas. 

Un ejemplo: Un grupo de niños en clase de flauta y uno de ellos quiere tocar armónica, sabe tocarla, tiene una habilidad sobresaliente, la maestra se la quita y le da una flauta que, independientemente del hecho de estar frustrado el alumno porque no le da a las notas, se bloquea a aprender. ¿Cuál es el problema de tocar otro instrumento? ¿no es acaso música?, ¿no es seguir el ritmo?, ¿no es trabajo en equipo para hacer armonías? y por último, románticamente hablando ¿el desarrollo cerebral que se afianza con la emoción del logro, no es acaso importante?

Otro ejemplo: El chico con dificultades de motora fina, que hace un trabajo de arte diferente (el arte no es feo ni bonito, es expresión). Decirle que no es lo que ha pedido porque no se parece al modelo, que sí pudo trabajar el 80% de los alumnos (a algunos se lo compraron hecho y a otros se los hizo su mamá -sobre todo en primaria-), sin pensar que para ese niño, es más difícil trabajar con sus dedos, la precisión, pintar con el pincel delgado, tantas cosas. El inconsciente cree que no sirve para ese tipo de actividades y el chico se bloquea.

El alumno que calcula los ejercicios de matemática en la cabeza pero lo obligan a hacer procedimientos de media página porque eso tiene un puntaje, cuando lo que necesitamos es que sepa cómo llegar al resultado.

Podría escribir más de mil líneas, ojalá en el corto plazo entendamos que si "yo no tengo la misma forma de procesar las cosas que mis propios hermanos biológicos, si siquiera con los mellizos fraternos, es algo utópico, en estos tiempos, querer que los chicos entren todos en el mismo molde.

Habría que adaptarse y llevar los cursos de pedagogía a consciencia, así no hablaremos de inclusión sino de diversidad.


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