Dicen que las mejores cosas ocurren después de una fuerte sacudida. Este año 2020 ha sido un año de mucha reflexión, de momentos intensos, de miedo, de mucho amor, de decir te quiero, de decir te extraño y a veces también de decir ¡ya no te soporto!.
Pero todo trae aprendizaje, todo ocurre para que entendamos algo, para que curemos una herida del pasado, para que seamos mejores personas.
Mirar al pasado es inevitable, lo que podemos modificar es cómo lo miramos y me refiero a que entendamos que todo lo que ocurrió fue parte de un curso intensivo de cómo vivir. Cuando somos niños y nos equivocamos en una suma por ejemplo, nos ponen una x en el examen, nos sentimos mal, pero difícilmente nos vamos a olvidar de cuál es la respuesta correcta de esa suma.
Igual es con lo que nos ocurre en la vida, por lo menos así debería ser, el asunto es cuando estamos llenos de miedo, sobre todo a quedarnos solos: aunque sepamos que dos más dos no es cinco seguimos colocando el mismo resultado causándonos a nosotros mismos un desgaste emocional innecesario y muchas veces, el tiempo pasa y pensamos que hemos desperdiciado nuestra vida haciendo cosas que no queremos, con personas que no amamos y en lugares en los que nunca quisimos estar.
Nuestra vida es como un cuento, es una historia que escribimos todos los días y si cuando revisas lo que hiciste antes, no te hace sentir contento, no puedes arrancar las hojas pero si puedes escribir una nueva historia.
Te invito a que decidas que hoy va a ser diferente, que te vas a mirar al espejo y en lugar de criticarte vas a ver todo lo lindo que tienes, que vas a decirle te quiero a alguien, que vas a abrazar, que vas a sonreír porque sí y qué vas a intentar vivir cada día como si fuera el último; porque este es otro aprendizaje que nos regala la pandemia... nunca sabes cuándo va a ser tu último día.
Dejemos de lamentarnos por lo que no pudimos hacer y empecemos a escribir esas hojas en blanco de nuestra vida, pero con una nueva actitud, con nuevas ganas, porque nadie va a cambiar por nosotros pero nosotros si podemos cambiar si así lo deseamos.
"Vinimos a ser felices, no hay que distraernos."
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