Alguna vez leí una frase muy linda de Albert Einstein que decía: "La creatividad es la inteligencia divirtiéndose." y tiene tanto de cierto.
A veces llegan personas a terapia sintiendo que no tienen para dónde mirar, bloqueados completamente y en muchos de sus trabajos, la creatividad juega un papel importantísimo, por lo tanto no pueden darse el lujo de esperar a que llegue.
El otro día le decía a un amigo músico, que a mí me funciona muy bien a veces hacer un alto: salir a la calle cinco minutos a caminar lento, mirar las hojas de los árboles, sentir el olor de la calle, escuchar los sonidos; prestar atención al perrito que pasa, a la tienda de la esquina, sonreír a un niño, decirle ¡buenos días! a la señora de limpieza y robarle una sonrisa, tocar un árbol. Mejor si tienes un caramelo en la boca o acabas de tomar un cafecito rico y cubre todos tus sentidos con estímulos disruptivos que no tienen nada que hacer con tu trabajo y nada que hacer con tu oficina-dormitorio.
Hoy día hace mucho calor desde temprano, por lo tanto no me llama mucho la atención salir, así que decidí estimular mis sentidos dentro de mi dormitorio-escritorio: Cambié de sitio la distribución, puse una esencia de cedro en mi difusor, prendí dos velas, preparé un té de Jamaica, me puse una nariz de payaso, un collar de flores de colores y empecé a tocar lo que vi en mi cartuchera y .... suácate, me vino la idea: ¿y si escribo sobre creatividad?, funcionó.
Para los que tenemos naturaleza a la mano, ayuda también: ir al jardín, poner los pies en el pasto desnudos, mirar hacia arriba, observar todo lo que está a nuestro alrededor, poner música bonita, respirar profundo y sentir los latidos del corazón. Tocar el pasto sin pensar en nada en especial y distrayéndonos con la abeja que pasa literal, eso también ayuda no solo a bajar esa tensión del querer que llegue la creatividad o el querer resolver algo; sino que ayuda mucho a nuestra mente y nuestro ser a poder centrarse, fluir, acomodar la energía, disfrutar el aquí y el ahora, sin pensar en lo que no hice ayer y preocupado por lo que tengo que hacer mañana.
Vivamos el momento, no forcemos cosas, vendámosle a la mente un distractor que finalmente nos centre. Sonríe.
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