Una de las causas de depresión más común, es el vivir deseando haber tomado decisiones que "hubieran" hecho de mi vida, una vida perfecta para tener o hacer.
Frases como: "si hubiera ahorrado ahora tendría la casa propia estaría tranquilo", "Si no tuviera tan mala suerte, estaría con la persona indicada y en mi vida todo cambiaría" y empezamos a responsabilizar a lo externo, como algo que necesitamos que ocurra para poder ser felices o estar tranquilos.
En varias oportunidades he acotado esta frase: "La felicidad, es la tranquilidad" y es que nos hemos dedicado a pensar que la felicidad es tener para ser cuando en realidad hay que ser para tener.
En una parte del libro de la Dra. Rojas en un capítulo sobre el amor y los recuerdos escribe lo siguiente:
"Las personas que encuentran una finalidad o un sentido, en su vida tienen más razones para ser felices. Hemos de ser capaces de reflexionar, de pensar en nuestras vidas y encontrar esas personas, momentos o esperanzas para que se conviertan en sus fuerzas motrices
El hecho de recordar momentos felices de nuestro pasado, tiene la misma capacidad de producir las mismas sustancias y activar las mismas zonas cerebrales que se activaron cuando eso pasó en realidad.
El Doctor Hebert Benson aplica un nombre a este concepto, el bienestar recordado. Recordar eventos gratificantes, emotivos o alegres del pasado, permite a nuestro organismo liberar sustancias bioquímicas antidepresivas. Se pone en marcha el sistema de recompensa y se activa el sistema de motivación."
Entonces: Si tenemos en nuestro vocabulario con frecuencia la frase "si hubiera" y nos ponemos tristes podemos recurrir a la herramienta de "Recordar momentos felices" y subir nuestra vibración. Puedes tener fotos, anotado en un diario o una cajita de la gratitud.
A buscar mecanismos que nos ayuden a elevar la vibración y continuar con esta vida llena de sorpresas esperando ser descubiertas.
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