Éramos un grupo grande de personas recostados en colchonetas con los ojos tapados por un cojín de semillas que durante una hora escuchábamos sonidos y música en vivo dejando la mente volar en libertad.
Dennys Araujo fue el profesional encargado de hacer este tipo de sesiones y se convirtió en un momento reparador para mi.
Este tipo de espacios es importante generar, en los que hacemos esa pausa siempre necesaria, para poder pensar con claridad y tomar decisiones importantes.
Probar nuevas alternativas de curar el alma es parte de trabajar en nuestro autoconocimiento y crecimiento espiritual. Anímense a intentarlo.
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