domingo, mayo 25, 2025

Celos

Suelo seguir a tres grandes representantes de la terapia de pareja y las conductas; estuve investigando sobre los celos desde las perspectivas de Nilda Chiaraviglio, Walter Riso y Gabriel Rolón, tres referentes con miradas distintas dentro del ámbito de la psicología y el desarrollo personal:


1. Nilda Chiaraviglio

Psicóloga argentina especializada en psicogenealogía y análisis transgeneracional.

Para Chiaraviglio, los celos muchas veces tienen raíces inconscientes y transgeneracionales. Pueden surgir como lealtades familiares invisibles o como repetición de historias de traición, abandono o infidelidad de los antepasados.

Ella propone mirar los celos como síntomas de una herida emocional profunda, no solo del presente sino también del pasado familiar.

En su enfoque, es clave revisar el árbol genealógico para comprender por qué se despiertan ciertas emociones y poder sanarlas desde su raíz.
Frase clave:
"Cuando siento celos, tengo que preguntarme qué herida está despertando en mí, y si realmente es mía o la estoy repitiendo de alguien más."

2. Walter Riso

Psicólogo clínico especializado en terapia cognitiva. Enfocado en el amor saludable y la autoestima.

Riso distingue entre celos normales y celos patológicos. Los primeros pueden aparecer ocasionalmente, pero los segundos están ligados a una falta de autoestima, inseguridad y apego disfuncional.

Critica fuertemente la idea de que los celos son una muestra de amor: “Los celos no son amor, son posesión y miedo”.

Fomenta la idea de amar en libertad, promoviendo relaciones basadas en la confianza, el respeto y la autonomía emocional.


Frase clave:
"El amor no es vigilancia, ni sospecha. Si amas, confías.

3. Gabriel Rolón

Psicoanalista argentino, conocido por divulgar el psicoanálisis desde una mirada existencial y emocional.

Rolón considera que los celos son una respuesta al temor de perder lo que creemos propio. Tienen relación con el deseo y la falta, conceptos centrales en el psicoanálisis.

Para él, los celos tienen que ver con nuestros fantasmas internos, con miedos que van más allá de lo que la otra persona hace o no hace.

Acepta que los celos pueden aparecer incluso en personas seguras, pero lo importante es no dejarse gobernar por ellos.

Frase clave:
"Los celos no hablan del otro, hablan de uno mismo y de sus miedos."

Y para ti ¿Que concepto se adapta más a la realidad que vives?

sábado, mayo 24, 2025

Sentido del humor y aprendizaje

Desde el coaching educativo y la neurociencia, el uso del sentido del humor en el ámbito académico tiene un valor significativo tanto para el aprendizaje como para el desarrollo socioemocional. Aquí te explico por qué 

1. Neurociencia: Cómo impacta el humor en el cerebro

👉 Activa el sistema de recompensa: El humor estimula la liberación de dopamina, un neurotransmisor asociado al placer, la motivación y la memoria. Esto fortalece las conexiones neuronales y facilita el aprendizaje.

👉 Reduce el estrés: La risa disminuye los niveles de cortisol, la hormona del estrés, lo que crea un ambiente emocionalmente seguro, ideal para el aprendizaje profundo.

👉 Fomenta la neuroplasticidad: Al relajar al estudiante y generar emociones positivas, el humor favorece la adaptabilidad cerebral, clave para enfrentar retos académicos con mayor flexibilidad mental.

2. Coaching educativo: El humor como herramienta de transformación

👉  Desarrolla vínculos positivos: El humor fortalece la relación docente-estudiante, generando confianza, empatía y cercanía, pilares del coaching educativo.

👉  Potencia la motivación interna: Un ambiente ameno favorece la autoeficacia del alumno, haciéndolo sentir más capaz y dispuesto a participar activamente.

👉  Rompe creencias limitantes: El humor permite relativizar errores, fomentar la autocrítica sana y ver el fracaso como parte del proceso de aprendizaje.

👉  Fomenta la creatividad: Al salir del pensamiento rígido, se activan procesos divergentes que ayudan a los alumnos a pensar de forma más original y flexible.

En resumen:

El sentido del humor, lejos de ser un elemento superficial, es una herramienta pedagógica poderosa. 
Desde el coaching y la neurociencia, permite crear ambientes de aprendizaje emocionalmente seguros, estimular la memoria y la motivación, y potenciar el desarrollo integral del estudiante.
Te leo en los comentarios. 😏

“¿Por qué procrastinamos y cómo dejar de hacerlo?”

¿Alguna vez dijiste “mañana empiezo” y ese mañana nunca llegó? Tranquilo, no estás solo. Procrastinar es uno de los hábitos más comunes entre los jóvenes de 18 a 30 años. El problema no es la falta de tiempo, sino cómo nos relacionamos emocionalmente con las tareas.

¿Qué hay detrás de la procrastinación?
Procrastinar no es solo flojera. Muchas veces es miedo:
👉 Miedo a no hacerlo perfecto.
👉 Miedo a fracasar.
👉 Miedo a no estar a la altura.
👉 Miedo a la crítica 

Y otras veces, es simplemente que la tarea nos abruma y no sabemos por dónde empezar. Esa sensación de “todo junto” nos paraliza.

¿Cómo empezar a cambiar?
Aquí van tres claves para dejar de postergar sin culpas:

💪Divide y vencerás: En lugar de pensar “tengo que estudiar todo el módulo”, enfócate en “voy a leer 3 páginas”. Pequeños pasos vencen grandes resistencias.
💪Ponle nombre a tu emoción: ¿Qué estás sintiendo cuando evitás la tarea? ¿Ansiedad, aburrimiento, inseguridad? Ponerle nombre te da poder sobre ella.
💪Celebra los microavances: Cada pequeño logro merece reconocimiento. Así entrenás a tu cerebro para asociar el hacer con una emoción positiva.

Conclusión: Dejar de procrastinar no es cuestión de voluntad, sino de conciencia emocional. Cuanto más te conozcas, menos poder tendrá ese “mañana empiezo”.

Te leo en los comentarios.

miércoles, mayo 21, 2025

Cómo acompañar a una persona con ansiedad en el trabajo (sin ser psicólogo)

La ansiedad no siempre se nota a simple vista. A veces no es un ataque visible, ni un llanto, ni un grito. Muchas veces es una persona callada, con la mente acelerada, el corazón agitado y una sonrisa que intenta disimular lo que está pasando por dentro.

La ansiedad no es exageración ni debilidad. Es una respuesta real del cuerpo que siente que está en peligro, aunque racionalmente no lo esté. Es como una alarma interna que se activa para protegernos, pero que a veces se queda encendida más tiempo del necesario.

¿Qué puede detonar la ansiedad en el trabajo?

El entorno laboral, con sus demandas y ritmos, puede ser un terreno fértil para la ansiedad. Algunas causas frecuentes son:

  • Exceso de presión o exigencia constante.

  • Miedo a equivocarse o a ser juzgado.

  • Ambientes tensos o poco empáticos.

  • Falta de claridad en las tareas o roles.

  • Pocas pausas o tiempos de descanso.

Una persona ansiosa puede parecer distraída, hipersensible, impaciente o incluso distante. Pero en realidad, está luchando internamente para sostenerse, mientras intenta cumplir con sus responsabilidades.

¿Qué puedes hacer si compartes espacio con alguien ansioso?

No necesitas ser psicólogo para acompañar con empatía. A veces, pequeños gestos marcan una gran diferencia. Acá te dejo 5 claves:

  1. Valida su emoción.
    Un “te entiendo, debe ser difícil” es mucho más útil que un “no es para tanto”.

  2. Ofrece claridad.
    Si lideras un equipo o trabajas con alguien ansioso, ser claro con expectativas y tiempos puede ayudar mucho. El feedback es importante.

  3. No presiones en momentos de crisis.
    Cuando alguien está muy ansioso, su cerebro está en modo “supervivencia”. No puede razonar ni rendir más. Dale un momento para respirar.

  4. Fomenta espacios de pausa.
    Un simple “¿quieres salir a tomar aire un minuto?” puede evitar un colapso emocional. No lo digas delante de otras personas, dilo en privado.

  5. No te lo tomes personal.
    La ansiedad no es contra ti. Es una batalla interna. No eres la causa, pero puedes ser parte del alivio.

Todos estamos lidiando con algo. En un mundo laboral que a veces exige más de lo que da, cultivar la empatía es una forma de resistencia. Y también, una forma de sanar juntos.

💛 Si quieres seguir aprendiendo sobre inteligencia emocional, ansiedad y relaciones sanas, te invito a seguirme en Instagram:


lunes, mayo 19, 2025

🧠 Destrezas y Competencias: ¿Qué dice la neurociencia sobre el talento?


En el mundo del desarrollo humano y organizacional, es común escuchar hablar de destrezas y competencias como si fueran lo mismo. Pero desde la neurociencia, entender sus diferencias puede marcar un antes y un después en cómo gestionamos el talento.

¿Qué es una destreza?

Es una habilidad técnica y específica que se adquiere por repetición. Es lo que practicas hasta que te sale sin pensar: hablar en público, manejar una herramienta digital o resolver una fórmula matemática.

🧠 ¿Cómo funciona en el cerebro?
Se activa la neuroplasticidad en zonas como el cerebelo y los ganglios basales, permitiendo automatizar procesos y ahorrar energía mental.

🌟 ¿Qué es una competencia?

Va más allá de la técnica. Es una combinación de conocimientos, habilidades, actitudes y valores. Implica saber qué hacer, cómo hacerlo, y sobre todo, cuándo y por qué hacerlo.

Ejemplos: liderazgo, empatía, pensamiento crítico.

🧠 ¿Cómo actúa en el cerebro?
Involucra áreas más complejas como la corteza prefrontal (toma de decisiones) y el sistema límbico (gestión emocional). Desarrollarlas requiere conciencia, experiencia y feedback.

🎯 ¿Por qué importa diferenciarlas?

Porque una persona puede tener muchas destrezas, pero si no tiene competencias, no sabe adaptarse, conectar o liderar. Y al revés, una competencia sin base técnica se queda en teoría.

Además, desde la neurociencia sabemos que:

  • Las destrezas se automatizan, pero si se usan sin sentido, llevan al desgaste.

  • Las competencias generan propósito, lo que protege del burnout y potencia el bienestar.

🔑 En resumen:

Las destrezas te hacen eficiente. Las competencias te hacen relevante.
Y el talento verdadero vive en el equilibrio de ambas.

Y tu. ¿Ya descubriste cuals son tus destrezas y competencias más difíciles? 

miércoles, mayo 14, 2025

Reinventándose a los 50: amores escurridizos


Muchas mujeres mayores de 50 años enfrentan desafíos particulares al momento de conectar profundamente o construir relaciones de pareja sanas. No es una regla general, pero sí una tendencia común que responde a varios factores emocionales, psicológicos y sociales.

¿Por qué puede costar más conectar emocionalmente después de los 50?

1. Heridas no resueltas del pasado: A esta edad, muchas mujeres han atravesado separaciones, divorcios o relaciones largas que no prosperaron. Estas experiencias pueden dejar huellas como desconfianza, miedo al abandono o creencias limitantes del tipo “ya no estoy hecha para el amor”.


2. Autoexigencia y miedo al error: Después de los 50, muchas mujeres buscan vínculos más auténticos y estables. Esto, aunque positivo, también puede generar rigidez: “No quiero perder el tiempo”, “Ya sufrí demasiado”, lo que puede llevar a cerrar puertas demasiado pronto.


3. Cambios en el rol de género y autonomía: Muchas mujeres en esta etapa han alcanzado independencia emocional, económica y social. Si bien eso es una fortaleza, también puede dificultar la apertura a compartir la vida con otro desde la interdependencia saludable, sin caer en viejas dinámicas de dependencia.

¿Qué debe buscar una mujer en una pareja para construir una relación sana?

Compatibilidad emocional y valores compartidos: Más que la atracción física o intereses comunes, es clave encontrar a alguien con quien puedas hablar con honestidad, sentirte comprendida y apoyada emocionalmente.

Madurez afectiva: Un hombre que haya hecho su propio proceso de autoconocimiento, que sepa regular sus emociones, pedir perdón, dialogar sin atacar, y que no le tema a la intimidad emocional.

Respeto por la individualidad: A esta edad, cada uno trae su historia, hijos, amistades, hábitos. Una relación sana no busca absorber al otro, sino integrarse de forma respetuosa.

El rol del autoconocimiento

El autoconocimiento es el cimiento de toda relación sana. Saber quién eres hoy, qué necesitas emocionalmente, qué no estás dispuesta a tolerar y cómo te vinculas, es lo que permite elegir desde un lugar consciente y no reactivo.

Muchas veces se repiten patrones inconscientes que vienen de la infancia o de relaciones pasadas. Identificarlos y trabajarlos (idealmente con acompañamiento terapéutico) puede marcar la diferencia entre seguir repitiendo lo mismo o construir algo nuevo y nutritivo.

¿Cómo trabajar el miedo al rechazo después de una relación fallida?

1. Normalizar el miedo: Sentir temor es humano. No se trata de no tener miedo, sino de no dejar que el miedo decida por ti.


2. Redefinir el fracaso: Una relación que terminó no es necesariamente un fracaso, sino una experiencia que dejó aprendizajes. Cambiar esa mirada ayuda a no cargar con tanta culpa o vergüenza.


3. Fortalecer la autoestima: Recordarte que tu valor no depende de ser elegida o no por otro. Eres valiosa por quien eres, no por tu estado civil.


4. Exponerte progresivamente: Volver a abrir el corazón no es de un día para el otro. Puede empezar por permitirte tener conversaciones sinceras, conocer personas nuevas sin expectativas, y recuperar la confianza en tu capacidad de vincularte.

Conclusión:
El amor después de los 50 es absolutamente posible, pero requiere una mirada más consciente y amable hacia una misma. Cuando te conoces, te cuidas y te tratas con respeto, es mucho más fácil reconocer (y exigir) lo mismo en el otro.

martes, mayo 13, 2025

¿Por qué algunas personas evitan relaciones estables? Una mirada desde la neurociencia y la conducta humana

 

A lo largo de los años hay patrones que tienden a repetirse una y otra vez: personas que anhelan amor, pero huyen del compromiso. Esta aparente contradicción tiene raíces profundas, tanto biológicas como emocionales, muchas veces ligadas a vacíos de la infancia.

1. Biología y cerebro emocional

Nuestro sistema límbico, que regula las emociones, reacciona intensamente ante estímulos que prometen placer inmediato. En especial, la dopamina —el neurotransmisor del placer— se activa frente a la novedad y la conquista. Las relaciones pasajeras alimentan ese circuito dopaminérgico, generando un “subidón” emocional que muchas veces se confunde con conexión. Pero como todo pico, va seguido de una caída. El compromiso, en cambio, activa zonas cerebrales asociadas al apego y la oxitocina, que requiere estabilidad y confianza, algo que para muchos se siente amenazante.

2. Comportamientos aprendidos y protección emocional

Las personas que evitan el vínculo estable suelen haber aprendido, consciente o inconscientemente, que amar profundamente es igual a sufrir. Este patrón puede venir de experiencias tempranas con cuidadores emocionalmente indisponibles, impredecibles o ausentes. Así, el cerebro asocia el apego con dolor, abandono o traición, y desarrolla una estrategia conductual de "proximidad controlada": estoy contigo, pero solo por un rato.

3. Vacíos emocionales de la infancia

Muchos adultos emocionalmente esquivos fueron niños que no se sintieron seguros, validados o amados de forma consistente. Esos vacíos no resueltos generan una base interna frágil. En vez de buscar una relación para construir, buscan evitar que se repita el daño. Y así, sin darse cuenta, prefieren lo efímero —donde sienten que tienen el control— antes que entregarse a la vulnerabilidad del amor real.

Conclusión

No es falta de amor lo que impide el compromiso, es miedo. Miedo a ser vistos de verdad, a depender, a perder. Comprender este trasfondo no justifica, pero sí humaniza. Detrás de la evasión hay una historia, un cerebro programado para sobrevivir y un corazón que aún no sabe cómo confiar.



sábado, mayo 10, 2025

Cuando el amor se rasga: una mirada humana a la infidelidad


Las infidelidades no siempre nacen del deseo físico ni del desamor. A veces, emergen del vacío. Otras, del descuido emocional. Como una planta que no se riega hace tiempo, la relación empieza a secarse en silencio, mientras por fuera parece seguir de pie. Y en ese terreno seco, muchas veces, alguien busca sombra en otro jardín.

No es una justificación. Es una realidad emocional que merece ser comprendida, no simplificada.

Una infidelidad hiere. Profundamente. Al que fue traicionado, sí. Pero también —aunque a veces no se vea— al que fue infiel. La confianza se rompe como un vidrio: el ruido es inmediato, los pedazos quedan por todas partes, y el reflejo ya no vuelve a ser el mismo. Aparecen la angustia, la inseguridad, la rabia, la culpa. El cuerpo lo siente: no se duerme igual, no se respira igual.

¿Y qué pasa después?
Algunas parejas deciden intentarlo. Otras no. Ambas decisiones son válidas si vienen desde un lugar consciente y verdadero.

¿Se puede sanar? Sí, pero no sin trabajo. No sin mirarse de verdad. No sin hacerse preguntas incómodas. Sanar implica, muchas veces, volver a empezar desde otro lugar. No el de “olvidar lo que pasó”, sino el de entender por qué pasó, y qué partes de la relación —y de cada uno— necesitan ser vistas y cuidadas.

La tasa de éxito al volver con una persona infiel no depende de la infidelidad en sí, sino de lo que ambos estén dispuestos a transformar. No todos eligen hacerlo. No todos pueden.

Y está bien. Porque a veces, el acto de amor más profundo es soltarse con respeto.

Si estás transitando esta herida, te abrazo desde aquí. No estás sola. No estás solo. No eres débil por sentirte roto ni por llorar por alguien que te hirió. Estás vivo, y eso duele a veces. Pero también es lo que te permite reconstruirte.

🌿 Que este momento, aunque doloroso, sea una oportunidad para mirar hacia adentro. Para escucharte. Para cuidarte.

Con amor,
Luchi Ghersi Coach

viernes, mayo 09, 2025

🧬 ¿Qué es una Constelación Familiar?

Desde la mirada de un facilitador en Constelaciones Familiares, podemos decir que una constelación es una técnica terapéutica que busca revelar dinámicas ocultas en los vínculos familiares y transgeneracionales que afectan nuestra vida actual —aunque muchas veces no lo sepamos conscientemente.

Nacida del trabajo del terapeuta alemán Bert Hellinger, esta herramienta parte de la premisa de que todos estamos profundamente conectados con nuestro sistema familiar, incluso con ancestros que nunca conocimos. Y a veces, sin darnos cuenta, cargamos con historias, patrones, lealtades o dolores que no nos pertenecen, pero que influyen en nuestras relaciones, decisiones, síntomas físicos o bloqueos emocionales.

🌿 ¿Por qué hacer una constelación ayuda?

Porque permite “ver” desde otro lugar.
En una constelación, a través de representantes o elementos simbólicos (en grupo o de forma individual), se despliega una imagen del sistema familiar. Esa imagen trae a la luz conflictos no resueltos, exclusiones, duelos, repeticiones o desórdenes en los vínculos.

Cuando algo sale a la luz con respeto, puede ordenarse.
Y al ordenarse, el alma —como decía Hellinger— encuentra alivio.
Entonces aparece el perdón, el permiso
... incluso en temas que parecían no tener salida.

Las personas que hacen una constelación suelen describir una sensación de claridad, de “entender desde otro lugar” y, con el tiempo, notar cómo algo empieza a destrabarse.

🔬 ¿Tiene sustento científico?

Las Constelaciones Familiares no se consideran una técnica científica en términos tradicionales, porque no responden al método empírico clásico ni tienen estudios clínicos masivos que las avalen.
Sin embargo, muchas de sus bases coinciden con aportes de la psicología sistémica, la epigenética, la psicogenealogía y las neurociencias en lo que respecta a la influencia de los vínculos tempranos y la memoria transgeneracional.

Más allá de esto, su eficacia ha sido ampliamente observada en la práctica terapéutica y vivencial, y cada vez más psicólogos, médicos y terapeutas integrativos la incorporan como una herramienta complementaria.

✨ En resumen:

Una constelación no es magia.
Tampoco es esoterismo.
Es una puerta hacia lo que no vemos, pero sentimos.
Es una manera profunda, simbólica y respetuosa de devolverle a cada miembro su lugar
y de recuperar el propio.


 

🔹 Alimentación por sabotaje o “saboteo del bienestar”


Este comportamiento ocurre cuando una persona, de forma consciente o inconsciente, influye negativamente en los hábitos saludables de su pareja, especialmente en relación a la alimentación, el peso o el ejercicio.

🔍 Conductas típicas de este patrón:

  1. Cocinar o comprar comida hipercalórica a propósito, aunque la pareja haya expresado querer comer saludable.

  2. Insistir en compartir postres o comidas copiosas “por amor” o “para disfrutar juntos”.

  3. Ridiculizar los esfuerzos de la pareja por cuidar su salud, con frases como “tampoco estás tan gordo” o “eso de comer sano es una moda”.

  4. Hacer comentarios disfrazados de cariño, pero que minan la autoestima: “me gustas más con tus kilitos”, “así nadie más te va a mirar”.

  5. Reforzar el sedentarismo o evitar que la pareja haga ejercicio, generando culpa si decide salir a entrenar.


🧠 Posibles causas psicológicas:

  • Miedo al abandono o celos: al hacer que la pareja suba de peso, inconscientemente se percibe que será menos atractiva para otros.

  • Necesidad de control: influir en la alimentación puede ser una forma de dominio encubierto.

  • Baja autoestima del saboteador: si él/ella se siente inseguro, quiere “nivelar” a la pareja para no sentirse menos.

  • Aprendizajes familiares o culturales distorsionados, donde el afecto se asocia con la comida.

✅ ¿Qué hacer si detectas esta situación?

  1. Habla con tu pareja con claridad y sin culpas. Describe lo que observas, cómo te hace sentir, y qué necesitas.

  2. Pon límites firmes en relación con tu autocuidado. Tu cuerpo es tu responsabilidad, no una forma de agradar o sostener vínculos.

  3. Busca apoyo profesional si ves que el patrón se repite o si hay dinámicas más amplias de manipulación o dependencia emocional.

🎯 El objetivo no es culpar, sino observar y transformar patrones dañinos en hábitos conscientes. Una relación sana potencia tu bienestar, no lo sabotea.

miércoles, mayo 07, 2025

🎙️🧠 Perseverancia y Vehemencia: Dos Fuerzas Internas Poderosas


La perseverancia es la capacidad de mantenernos firmes, constantes y enfocados a pesar de los obstáculos. Es silenciosa, pero poderosa. Está relacionada con la corteza prefrontal, el área del cerebro que regula la planificación, la autodisciplina y el pensamiento a largo plazo.

La vehemencia, en cambio, es intensidad emocional pura. Es energía volcánica que brota con fuerza. Nace del sistema límbico, especialmente de la amígdala, y tiene una función clara: defender, proteger, reaccionar rápido. La vehemencia puede ser fuego que impulsa… o que quema.

Similitudes y diferencias

Ambas son fuerzas de empuje interno. Nos mueven. Nos hacen actuar. Pero mientras la perseverancia es sostenida y racional, la vehemencia es intensa y emocional.

La perseverancia se nutre de propósito, visión y autorregulación. La vehemencia responde al impulso, a la emoción del momento. La primera avanza como un río firme; la segunda estalla como una ola.

¿Se educan o se heredan?

Ambas tienen un componente biológico, pero no están predestinadas. Se modulan con el entorno, los modelos de crianza y la práctica consciente.

  • La perseverancia se cultiva: no nacemos perseverantes, aprendemos a serlo.

  • La vehemencia puede heredarse en forma de temperamento, pero se educa desde la infancia con contención emocional y límites saludables.

3 tips para cultivar la perseverancia:

  1. Visualiza tu meta cada día: El cerebro necesita recordar el “para qué” para sostener el esfuerzo.

  2. Celebra los pequeños avances: El refuerzo positivo activa el circuito de recompensa y motiva la repetición.

  3. Establece rutinas claras: La perseverancia crece en la estructura, no en la improvisación.

3 tips para gestionar la vehemencia:

  1. Respira antes de reaccionar: Inhala profundo. Da espacio a la razón antes de que hable la emoción.

  2. Nombra lo que sientes: Ponerle nombre a la emoción activa la corteza prefrontal y reduce la intensidad.

  3. Canaliza la energía en acción útil: Escribe, corre, crea. Transforma la intensidad en impulso productivo.

Ambas fuerzas, bien gestionadas, pueden ser aliadas extraordinarias. Persevera con intención. Siente con conciencia. Y recuerda: la clave no es apagar tu fuego, sino aprender a dirigirlo.


domingo, mayo 04, 2025

AUTORREGULACIÓN EMOCIONAL


🧠 Desde la Neurociencia

La autorregulación emocional implica la capacidad del cerebro para modular las respuestas emocionales ante estímulos internos o externos. Las siguientes estrategias están respaldadas por estudios neurocientíficos:

  1. Entrenamiento de la corteza prefrontal: Esta área del cerebro regula las emociones que emergen desde la amígdala. Se puede fortalecer con:

    • Meditación mindfulness (aumenta la conectividad entre prefrontal y amígdala).

    • Respiración consciente (activa el sistema nervioso parasimpático).

    • Ejercicio físico regular (mejora la neuroplasticidad y la resiliencia emocional).

  2. Neuroplasticidad emocional: Practicar estados emocionales positivos a diario (como gratitud, compasión, optimismo) ayuda a reconfigurar las redes neuronales y reduce la reactividad emocional negativa.

  3. Regulación del sistema dopaminérgico y serotoninérgico: La exposición crónica al estrés o hábitos como el consumo excesivo de redes sociales alteran estos sistemas, afectando la regulación emocional.

🧠🗣️ Desde la Psicología (visión de un psicólogo clínico)

Desde la psicología, la autorregulación emocional se puede trabajar con herramientas prácticas como:

  1. Identificación y validación emocional: Reconocer y nombrar lo que sientes sin juzgarlo. Ej: “Estoy frustrado y es válido sentirme así”.

  2. Reestructuración cognitiva: Cambiar el diálogo interno negativo por uno más funcional. Técnica clave en la Terapia Cognitivo Conductual (TCC).

  3. Técnicas de grounding y distracción saludable: En momentos de alta carga emocional, usar técnicas como:

    • Contar 5 cosas que ves, 4 que sientes, 3 que oyes…

    • Pasear, escribir o llamar a alguien de confianza.

  4. Desarrollo de la tolerancia al malestar: Con prácticas como la meditación o exposición gradual a emociones difíciles.

🥗 Desde la Nutrición (visión de un nutriólogo)


La alimentación tiene un impacto directo en el equilibrio emocional. Algunos alimentos o hábitos pueden generar picos de ansiedad o depresión, mientras que otros favorecen un estado emocional más estable:

Alimentos que pueden contribuir a ansiedad/depresión:

  1. Azúcares refinados: Elevan rápidamente la glucosa y luego provocan caídas bruscas, generando irritabilidad y fatiga.

  2. Café en exceso: Aumenta el cortisol y la ansiedad si se consume en grandes cantidades o en personas sensibles.

  3. Alcohol: Aunque tiene un efecto depresor del sistema nervioso, a largo plazo altera el equilibrio químico del cerebro.

  4. Harinas refinadas y ultraprocesados: Promueven inflamación, alteran la microbiota intestinal (que influye en la producción de serotonina).

  5. Comidas altas en grasas trans o aceites vegetales procesados: Relacionadas con inflamación cerebral y bajo estado de ánimo.

Alimentos que promueven bienestar emocional:

  1. Alimentos ricos en triptófano (precursor de la serotonina): Pavo, huevo, plátano, semillas de calabaza.

  2. Omega-3: Pescados grasos (salmón, sardina), nueces, linaza.

  3. Probióticos y prebióticos: Yogurt natural, kéfir, kombucha, fibra (alcachofa, plátano verde).

  4. Vitaminas del complejo B: Legumbres, espinaca, cereales integrales.

  5. Magnesio: Aguacate, almendras, cacao puro.

✅ Conclusión práctica:

Para trabajar tu autorregulación emocional de forma integral:

  • Entrena tu cerebro con meditación y ejercicio.

  • Cambia tu diálogo interno y aprende a tolerar emociones incómodas.

  • Cuida tu alimentación, evita picos glucémicos y favorece nutrientes que apoyan tu química cerebral.




Crianzas que dejan huellas: Lo que los golpes enseñan (y deforman) en el cerebro de un niño

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